Llegan a mayoría de edad…
En realidad, con el enorme desarrollo y despegue gastrosociológico de la sociedad y hostelería españolas, el mundo del helado ha entrado en una absoluta bifurcación de caminos totalmente dispares.
Por un lado se mantiene una cada vez más feroz competición entre los HELADOS INDUSTRIALES, los que encontramos en la gran distribución, bares, kioskos, supermercados, etc. donde los bajos precios, para alcanzar ventas con cantidades, pesan mucho más que la calidad y elementos artificiales no tan saludables.
Y por otra los HELADOS de CALIDAD, de pequeña, menor, producción, casi siempre medio artesanal, concienciados ante todo en ingredientes naturales y de gran calidad para obtener productos de un gran nivel cualitativo y mucho más saludables.
Son dos mundos, con precios, filosofía y calidades distintos, por no decir totalmente opuestos. Y los dos van bien con un aumento del consumo y ampliación de temporalidad, ya que el español come cada vez más helados durante todo el año. El helado ha pasado a ser un postre, doméstico u hostelero, de referencia.
Y son los segundos, los de máxima calidad, los que verdaderamente han desplegado y, como comentábamos, han alcanzado su mayoría de edad y, parece, un espléndido futuro.
Por toda España, cientos de obradores, talleres, pequeñas y medias industrias, algunas de marca multinacional, pero muchas de emprendedores nacionales.
La hostelería, media y alta, ha sido su campo de acción más relevante aparte de la venta directa en despachos cara al público o en tiendas ‘on line’.
Los cocineros y chefs los mantienen en sus cartas todo el año, tanto helados como sorbetes, y con ello han acostumbrado a sus clientes gourmets a conocer y diferenciar con criterio éstos de los económicos industriales.
El helado ya no solo es postre o protagonista único del plato. Ha pasado a ser salado, a entrar como acompañante de sopas frías o de torrijas o brioches.
Además, por fortuna, con una creatividad y variedad espectacular. Actúan como verdaderos ‘sastres a medida’ o una ‘ haute prêt à porter’, que, a veces con el propio concurso y aportación de algunos chefs, satisfacen una variopinta, enorme y policromada oferta de sabores y combinaciones. Hay, hoy, toda una especie de alta cocina casi a adaptada muy a menudo a los gustos particulares.
Tenemos que felicitarnos todos los amantes de la gastronomía por todo ello.
Este mes de agosto publicaremos actualizada nuestra versión de LA HISTORIA DE LOS HELADOS, donde daremos un amplio repaso a las vicisitudes del helado desde el neolítico a nuestra época.
RECOMENDACIÓN
de El Trotamanteles
Queremos recordarles nuestro descubrimiento, en 2020, de un magnífico ejemplo de estos «sastres» heladería, donde su originalidad y variada carta creativa de sus helados está a la altura de su excelsa calidad.
Para mí, además de muy agradables de tomar, son de sabores naturales, se podría decir ‘salvajes’, auténticos, identificables, combinados, en mayor o menor medida, en sorprendentes mezclas, todas riquísimas.
ACARAMHELADOS, ALTA COSTURA EN HELADOS
En serio, no es ninguna broma ni exageración.
Esta estupenda casa la descubrí en la comida de eméritos compañeros del 22 de junio de 2020, en salsaisarten.com.
Su original nombre nos da ya una idea de su filosofía, creatividad y técnica. He probado algunos, los dos primeros, el de limón del Mediterráneo, de pistacho de Bronté y los dos muy buenos. Cremosos, sabores naturales, nada de grasa detectable en el paladar, limpios, frescos, en su punto justo de azúcar (bajo), para respetar los sabores y matices personales de cada fruta. Me encantaron.
No quiero ser pelma y si les interesa saber que helados tienes pueden verlos en su página web: www.acaramhelados.com.
Me gustó tanto, que les llamé, para agradecerles el aporte, luego hablé con el maestro heladero, el técnico, al que le hice varias preguntas y dudas sobre las etiquetas y componentes y me las aclaro todas.
Son 100 % naturales. Nada de esencias, nada de pastas apócrifas bases, fruta, lácteo, huevo y azúcares naturales y de ligazón goma (gelatina) natural de algarrobo y algas.
Después con el director y copropietario en una conversación llana e interesante, sobre su historia, me explicó que provienen de la idea de un argentino, ‘gelattero’, y dos amigos españoles, y desde 2003 en marcha, definitivamente encontrado el camino técnico de la máxima calidad desde hace nueve años.
Poco a poco, paso a paso, con horeca y profesionales de primera calidad. Centrándose en la línea de la vanguardia de los gustos y preferencias y pendientes de las necesidades del empresario hostelero y cocinero gourmet.
Lo que más me gusta, de Acaramhelados, es su disponibilidad de aceptar retos y hacer el «traje» (helado) a medida del gusto del chef en los casos que sea necesario. Es decir poder tener helados singulares de lo que a uno o con el toque personal que a uno le guste. Algo muy interesante y necesario en la alta restauración.
Tiene, por supuesto, helados sin gluten, sin lactosa o para veganos.
Les dejo algunos de estos:
Chocolate de Santo Tomé, puro y suave; Vainilla Bourbon; Yogur de Granja; Dulce de Leche; Turrón de Jijona, con D.O.; Pistacho Brnte, con D.O.; Limón Mediterráneo; Coco y Mango de Brasil…
Así que, cocinero, chef, empresario, director o sibarita, si quiere un helado como usted merece y a su gusto ya tiene «su sastre heladero».
Sirven también a provincias a través de sistema Stef.
Desde luego también atienden al público ‘on line’.
Esto de descubrir encomiables emprendimientos que nos ayudan a aprender todos los días, es maravilloso.
Rafael Rincón JM
ACARAMHELADOS
Artesanía en helado
Tel. 916 29 00 80
Cl. Pelayo, 21 C Nave 7
28010 Ajalvir Madrid.