1. «De Granada a Rocroi pasando por Trento».
«Malas decisiones, peores gobernantes y un hambre secular fueron en parte los motivos».
Pero antes de meternos en la harina histórica gastronómica hay que explicar los motivos sociopolíticos y religiosos que sucedieron entre 1492 y 1643.
Todo empezó por una respuesta equivocada a los cambios filosóficos y socioeconómicos del siglo XVI, el siglo de la Reforma luterana y la Contrarreforma.
En él, aparecieron y confluyeron las nuevas ideas, herederas del Renacimiento y del Humanismo donde el hombre empezaba a verse y considerarse como actor de la Naturaleza y no simplemente una criatura obediente y sierva del Creador, y los importantes avances políticos, formación de las naciones europpeas Estado, España, Portugal, Francia, Reino Unido; técnicos, astrolabio, armas y técnicas de navegacion; geográficos, la esferidad y la integración de América, y sobre todo la imprenta, que cambio con el tiempo todo (fue como el internet de la época) en el siglo XV.
Originaron ganas de cambiar, reformar la sociedad buscando un nivel más dinámico y justo (en el caso de la Iglesia acabar con los vicios y corruptelas del clero) enormes personajes coincidieron en ello.
Tres de ellos, a caballo entre los dos siglos, fueron claros ejemplos de ello, el fraile agustino, alemán, Martín Luder, luego Luther, Lutero en español, inspirador y actor principal de la Reforma Religiosa; el filósofo humanista, filólogo y teólogo cristiano, neerlndés, Desiderius Erasmus van Rotterdam, conocido como, Erasmo de Rotterdam, y en España el nacido, Gonzalo, después de fraile franciscano, Francisco de Jiménez de Cisneros y que ha pasado a la historia como Cardenal Cisneros, inspirador de la reforma clerical en Castilla y político austero, honesto, leal y fiel.
Ante este movimiento de reforma España reaccionó mal y en contra. Ese fue el mayor y craso error de nuestra historia contemporánea.
Muchas fueron las causas y las razones pero la principal que en Castilla y por ende en Aragón, países modernos, en expansión franca, con nuevos descubrimientos y rutas comerciales el nuevo rey, Carlos, venía de una corte centroeuropea de auténtica y rancia sobriedad medieval, feudal, puritana, oligarca y absolutista de su abuela borgoñona María de Borgoña y fue educado y formado en las enseñanzas de su abuelo viudo, serio y austriaco, emperador Maximiliano I.
Joven, pero católico fanático, desconocedor absoluto del carácter de Castilla (Comuneros) y Aragón, lo contrario que su hermano menor, Fernando, castellano nato y buen conocedor de sus vasallos.
Cuando surge la Reforma en Centroeuropa, en vez de atender o esperar acontecimientos, por su fe puritana, responsabilidad con prestador del Sacro Imperio y su obediencia obligada al Papa, se enfrenta a Lutero, y con él a los nobles electores que ávidos de riqueza para sus guerras de poder, apoyan al reformista Martín, ya que autoriza el libre comercio, la especulación, el interés económico en préstamos etc lo que les enriquece. Y el nuevo Carlos emperador se encharca hasta las trancas.
El caudal de riquezas, proveniente de las Indias Occidentales, América, casi íntegro o en muy buena parte de ellas se derrama y gasta en Europa en guerras civiles y contra el turco en defensa de Viena. Esos dineros enriquecieron a los banqueros italianos, neelandeses y hamburgueses y a cientos de negociantes, hilanderos, y mercaderes de los Países Bajos, Alemania y Reino Unido.
Y lo peor muerto, Cisneros, en 1517, el monarca se vio obligado a expulsar a los musulmanes y a traicionar así los acuerdos (capitulaciones de Santa Fe) de respeto a los recién conquistados los seguidores del Islam granadinos por causa de las presiones de otra vez la retrógrada Iglesia y la vetusta aristocracia, que acallan la Reforma con la nueva y recién creada Inquisición y apoyan con su ya avejado rey, Carlos, y por herencia a su hijo, Felipe II, las decisiones paralizantes y anquilosadas normas del papa Paulo III, en el concilio de Trento (1545-1563) contra Lutero si pero también contra toda idea de reforma, renovación o idea de modernidad de entonces.
Se vuelve a la religiosidad fanática y dominante, al absolutismo de ideas, político y social. Se oprime al pueblo en la tierra para conseguir un prometido Paraíso celestial (me recuerda a las promesas de los políticos populistas actuales, pero inversas) se mantiene a la gente ignorante, sin educación, analfabeta, y mal alimentada, se vuelve al sistema ancestral y medieval de dominio físico y mental de mantener a la plebe hambrienta para que, débilitada, sea más dócil. Se cuida más de la prometida y ansiada salvación de su alma que de su bienestar terrenal.
Y con esas ideas comienza el atraso y decadencia de las Españas, del final del concilio de Trento 1563 a la batalla de Rocroi, 1643 con la pérdida de la supremacia política y militar, solo pasan 80 años. Ahí empezó todo
Se empobrece el reino de Aragón (Aragón, Valencia, Cataluña y Baleares) y también Castilla, los sucesivos monarcas de la Casa de Austria, van a peor y los negocios y la ciencia se los dejan a los extranjeros, el auténtico deber natural del español, que se cree superior, debe hacer penitencia para llegar a la Gloria divina eterna.
Se reprime y persigue al no católico a machamartillo, se expulsa definitivamente al hábil, laborioso y muy necesario para la agricultura, pueblo morisco, 1609, y las sangrantes guerras del Imperio y la emigración americana, desangran y esquilman la población española. .
En 1500 la población es de 5 millones y medio y en 1800 son 10 millones trescientas mil habitantes, crece casi un 100%, sí, pero en tres siglos… Sin embargo, y para hacerse una idea, cuando en el siglo XX, con toda una fratricida y cruenta guerra civil y la emigración posguerra, se pasa de 18.616.630 habitantes en 1900 a los 40.499 791 del 2001, es decir se dobla y un poco más en 100 años.
En el lado opuesto, la Europa central y atlántica se vuelven ricas, prósperas y como ejemplo, Amsterdam, hasta 1500, una ciudad portuaria, sin importancia se convirtió en el «hub naval», puerto más importante y con mayor industria y tecnología) del siglo XVII al adaptarse a las nuevas condiciones y ¡en sólo 150 años!
El aumento del comercio del grano les hizo más ricos, pero fueron más allá. Vieron que se dirigían a un período arriesgado y cambiante, lleno de nuevos horizontes, y que necesitaban gente preparada, educada para escribir cartas, mantener libros de cuentas, técnicos ingenieros, científicos, militares modernos y un fructiferovcomercio especializado… E invirtieron en escuelas, universidades como Leiden, y de radicales religiosos, luteranos, calvinista, tornaron a muy tolerantes, admitían a gentes que no pensaban lo mismo de otros credos cristianos y hebreos.
Ahí están entre otros y como ejemplos, el filósofo, Baruch Spinoza (Benedicto Espinosa) y los judíos portugueses que ayudaron y aportaron riqueza, redes comerciales y conocimientos, y también está Rembrandt, cuyo padre y abuelo fueron sencillos molineros, pero que fue a una escuela de latín por ser brillante.
Rembrandt nos cuenta todo ello en sus cuadros que así como Velázquez lo hizo en Madrid, pintando una sociedad de engolada y fatua aristocracia, puritana y decadente dominando y despreciando al tiempo que un pueblo mísero, analfabeto, hambriento y harapiento.
Rembrandt lo hace reflejando personajes de la clase media pudiente, serios pero orondos personajes, burgueses, elegantes, bien vestidos con adornos y trajes exóticos, gente vestida de negra símbolo de elegancia, mercaderes, artesanos, banqueros, contables judíos, una explosión de una sociedad nueva y de exultante prosperidad.
LOS FACTORES ALIMENTICIOS
«Nutrición pobre de cuerpo y espíritu, armas represivas del Poder».
Decía que: «Malas decisiones, peores gobernantes y un hambre secular fueron en parte los motivos».
Y si. Desde luego que fueron funestas muchas de ellas.
Si el joven emperador, Carlos l, en España hubiera optado por respaldar o al menos no perseguir a Martín Lutero, otra cosa bien distinta hubiese sido nuestra historia.
En España, hasta entonces un país dinámico, joven, casi en formación, pero de gran historia y tradición, culto y científico, cabeza de Europa, heredera de la gran cultura grecolatina rescatada y conservada por los Omeyas y de las grandes artes y ciencias de Alfonso X, el sabio, con el mejor ejército del continente, respetando al turco y en lo naval al vecino luso, opta por el oscurecimiento cultural, por lo católico retrógrado y esotérico, niega y prohíbe el interés en el préstamo, dando campo a los banqueros extranjeros, se desdeña lo nuevo, la investigación científica («que inventen ellos…de Unamuno a Ortega y Gasset)…y lo peor descuida y olvida a su propio pueblo.
Sobre las consecuencias también hemos escrito (* y ** al final enlace) con un Siglo de Oro en Arte y Literatura floreciente y único, coexistiendo con un pueblo mísero, atrasado, cerril, hambriento y…dócil. Y de esa docilidad y las técnicas de conseguirla va hoy este escrito.
MANSEDUMBRE POR EL HAMBRE.
A un humano moderno, del último y actual siglo, le extrañará y mucho esta frase.
Pero desgraciadamente es así. Desde luego no me refiero al hambre de ver morirse a tus hijos, pues esa situación es la antítesis ya que hace explotar, estallar, a una sociedad, la que sea, y los poderosos lo saben.
Se trataba de buscar el equilibrio mínimo entre hambre física, disminuyendo la social, moral y política. Es decir como se decía en Roma «Pan y Circo» era la forma de aplacar y apaciguar a la plebe. Se trataba de mantener en un ostracismo social cultural y político al pueblo, manteniéndolo analfabeto y dándole comida, la justa y de ínfima calidad nutritiva, para llenar su estómago a cambio de su obediencia y acatamiento.
Durante siglos y hasta finales del siglo XVIII, esta ha sido la situación en casi todo el mundo el Poder quiere mantenerse y perpetuarse y para ello necesita la inexistencia de una oposición fuerte. Para ello sacia el hambre física pero provoca y ahonda el hambre cultural científica y social.
Por ejemplo en la historia de la humanidad hasta hace menos de dos siglos los ricos nobles y poderosos llegaban a vivir, de media, hasta el doble que los plebeyos vulgares.
En plena Edad Media, Alfonso VI, sí el del Cid, vivió 69 años, Fernando III, 51 y su hijo Alfonso X, 63 años y sus cortesanos y nobleza más o menos igual. Sin embargo en esos siglos la edad media de vida del españolito plebeyo, fiel súbdito de a pie oscilaba los 31 años.
Cuando los villanos Juan Sin Tierra y su gobernador de Nottingham castigaban o ajusticiaban a un pobre cazador furtivo por haber matado una pieza, carne para su familia, no lo hacían solo por un exacerbado sentido de la propiedad, ni por ecologismo. No. Lo hacían instintivamente (todos lo practicaban) como una costumbre de clase. El fin único era evitar el consumo de tejido muscular, carne, proteína de primer nivel, al vasallo o pueblo gentil.
Ya se sabía que comiendo carne y lácteos, sana y habitualmente, se desarrollaba el cerebro y con él las preguntas, las dudas…
«Yo por qué debo ser lacayo obediente…porque no puedo comer…leer…viajar…sin la licencia de mi amo y señor», lema del feudalismo y antiguo régimen.
Una esclavitud encubierta gracias a la escasez de nutrientes y a la inexistencia de educación, salvo la fanática religiosa, aliada, siempre, del Poder .
LA IGNORANCIA, EL BOZAL DE LOS DOMESTICADOS
Al igual que la desnutrición fue un arma de dominio de masas, la ignorancia o falta de educación fue, si cabe, aún mayor.
Hasta 1450 los Poderosos del mundo sabían que sólo unos pocos y elegidos especialistas eran los depositarios y guardianes de la bomba que podía destruirles a ellos y al sistema atávico al que pertenecían.
El analfabetismo hasta finales del siglo XIII no solo no fue combatido sino potenciado. Se reservaba el leer y escribir para escribas, eunucos, rabinos, ulemas, lamas, monjes o funcionarios del sistema, todos controlados y picos, escogidos, seleccionados.
Es curioso recalcar que los cristianos no podían leer los Evangelios o la Biblia mientras que los mahometanos leían mayoritariamente el Coran y los hebreos sus libros sagrados.
También se dejaban las ciencias prácticas, matemáticas, economía, medicina, geografía, botánica, etc a minorías étnicas fáciles de controlar y de reprimir si fuere el caso como es el caso de los judíos.
Y a mitad del siglo XV un alemán iba a perturbar todo. Gutemberg crea la imprenta, seguramente sin saber que el mundo cambiaría a partir de su invento. Fue un efecto revolucionario como el Internet a finales del XX.
Con la imprenta se acaba rápido con el arte arcano de la «copisteria amanuense» esotérica y semioculta en monasterios. Se abarata el libro y la literatura se derrama como una mancha imparable de aceite y con ella crecen las ganas de conocer, de saber y de libertad ante todo
Fue la gran arma de los ilustrados, de los indepentistas americanos, de los misioneros religiosos, de los avances científicos ganando acólitos, de todo aquello que significará enseñar y aprender. Por ejemplo aparecen y multiplican los libros de cocina.
El Poder se opuso como pudo, y lo retardo todo lo posible pero igual que no se pueden colocar, para siempre, puertas al campo así las imprentas se multiplicaron y el mundo cambió para bien.
Se intercambiaron recetas y conocimientos y así se desarrolló vertiginosamente la agronomía, con nuevos cultivos, se necesitaba para abastecer un mundo creciente física y humanamente, las técnicas y experiencias de aliños, cultivos, cocinado, etc se intercambiaron y adaptaron.
Y muy importante, ante la pérdida del poder totalitario de la clase aristócrata y eclesiástica, con la caída del Antiguo Régimen, desde la Revolución Francesa de 1789 se entendió, favoreció y permitió el interés comercial. Hacer negocios estaba bien, ya que aunque difundían conocimientos eran los nuevos proveedores de las arcas, del erario. Y el Poder se dio pronto cuenta de ello y potenció el comercio, las colonias agrícolas, mineras, ganaderas… Cambiando siervos o esclavos dependientes por clientes, gran negocio.
Se acababa el Poder del Antiguo Régimen y surgía el nuevo el de los Negocios.
LA DEMOGRAFÍA, LIBRO ABIERTO
Otro dato curioso y que nos hace pensar y ayuda a comprender la dimisión del problema de nuestro desastre es la demografía.
* En la península en 1500 la población rondaba los 6.000.000 de habitantes.
* En 1700 apenas llegaba a 7.200.000./Sólo un millón y pico más, pero la colonización de América y otras zonas del Imperio y las sangrías en mortales guerras europeas, pueden ser sus causas principales.
* En 1800, cuando, ya gracias a la Ilustración, es inevitable la formación y educación popular, también se enriquece la alimentación con los nuevos productos agricolas americanos y se introdujeron algunas prácticas higiénicas y sanitarias, como la vacuna de la viruela llegamos a 10.500.000 españoles europeos. 3’3 millones en un siglo.
* En 1900, se cesaron, ya con cifras escrutadas, 18.616.630 españoles. 8 millones cien mil más y eso que en ese siglo tuvimos seis grandes guerras, Independencia, 3 Carlistas, África y Cuba, pero gracias a la educación, a la Revolución social primero, la francesa, la científica e industrial, la pérdida del poder del clero y nobleza y el desarrollo del comercio burgués, así como la toma de conciencia popular, aumentaron mucho la posibilidad de vida.
* En 1950 ya eramos 28.117.873. Y habíamos sufrido la Gripe y la guerra de África y sobre todo nuestra cruenta guerra civil. Diez millones más gracias al desarrollo escolar, formativo y nutricional.
* En el año 2000 llegamos a los 40.470.000 habitantes. En un siglo aumentamos nuestra población por 218%.
Esto explica muchas partes oscuras de la historia. Pero, ojo, este análisis sobre España sería muy parecido en otros países, desde Oriente a Occidente, siempre ha sido parecido.
Ciencia y educación traen longevidad y aumento poblacional así como mejores niveles de vida y de longevidad.
Como resumen decirles a las nuevas generaciones que nunca se ha comido, con mayor justicia, como hoy, nunca el porcentaje de muertos por hambre ha sido menor.
Cuando yo estudiaba Bachiller estábamos llegando a lo 3 mil millones de humanos y nos decían que había 1.500 millones que cada año fallecían por falta de nutrición y de la sanidad necesaria (epidemias). Hoy, 60 años después, rondamos los 8.000 millones y según la FAO, y otras ONGs pertinentes, el número de muertes por hambre total es de 800 millones. En 55/60 años hemos pasado de un 25% de hambrientos a un 10%. Algo, mucho, se ha logrado.
Pero no lo bastante, y creo que el humano del siglo XXI tiene en su mano erradicar esta lacra pandémica secular que ha sido y es el Hambre Física.
EL CASO AFRICANO
Hay buenos indicios y prueba de ello es África, donde la asistencia de ayudas internacionales de diferente tipo han aumentado la vida de una forma abismal.
Hoy en África, nuestro continente originario, la media de edad de sus habitantes es de 18 años, la más joven del mundo, en Europa es de 42 años, en Norteamérica de 35, de 33 en Oceanía, en Asia y Latinoamérica de 31).
Y ¡Ojo! la mitad de los habitantes del continente tiene menos de 12 años. Cara a 2100 el 50% de niños y niñas de entre 0 y 4 años que nazcan en todo el mundo serán africanos.
Toda una eclosión y revolución que cambiará el mundo como lo conocíamos, espero y creo que para mucho mejor, pues la Historia, dramática y miserable pero también evolucionable y esperanzadora. El mundo humano será más oscuro, mulato, pero más justo y solidario. .
No podemos quitarnos al omnipresente y semieterno Poder, pero al menos podemos presionar y coexistir en libertad y mejor nivel de vida con él.
Triste lo anterior esperemos que el futuro sea mejor y más justo.
Rafael Rincón JM
* EL SIGLO DE ORO LITERARIO, QUE NO GASTRONÓMICO. https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=pfbid0YjE6wK768JsdK94gLtm8zQH4Y8ovryC7vtwNkjwHUyFoHeBNmFhmUi92ifH9EHqYl&id=327522230622979
** CONFIESO QUE PARA MI, NO TODO TIEMPO ANTERIOR FUE MEJOR, AL CONTRARIO…
