por Celso Vázquez Manzanares

La plaza del Ayuntamiento de València ha acogido este fin de semana la sexta edición del Tastarròs, la celebración más popular del arroz en la ciudad.
Los asistentes han podido probar los arroces clásicos y modernos de más de 40 restaurantes y con la presencia destacada de espacios con estrellas Michelin, como El Poblet con Luis Valls (València) o Arrels de Vicky Sevilla (Sagunt).
Un año más, Tastarròs ha trascendido lo culinario y ha traído consigo un programa repleto de actividades. Ha habido diferentes showcookings para conocer las aplicaciones y los usos de los arroces acogidos a la Denominación de Origen Arròs de València, un molino de arroz en el que los más pequeños se han transformado en agricultores, animación musical, un sequer urbano y un concurso en el que diferentes chefs menores de 35 años cocinan en directo para alzarse con el título de ‘Arrocero del Futuro 2023’.
Tastarròs va «más allá del mero hecho de disfrutar de estupendos arroces», puesto que pretende «difundir e ilustrar sobre la cultura milenaria de este cereal, de importancia nuclear en el folclore de la Comunitat», ha afirmado Ricard Camarena, embajador de la celebración.

En esta ocasión, el madrileño Carlos Griffo, del restaurante Quinqué, ha conseguido el galardón ‘Arrocero del Futuro’.
Con tan solo 31 años, Carlos Griffo, el chef del madrileño restaurante Qiunqué, se alzaba con el galardón y el reconocimiento a su arroz meloso de pichón con trompetas de la muerte, salsa de mistela y naranja sanguina.
A pesar de que Griffo asegura que en un primer momento, lo de ser madrileño y venir a Valencia a competir con su propio arroz era algo que le causaba poco menos que sudores fríos, pero como buena mente inquieta el chef de Qiunqué decidió salir de su zona de confort y presentarse al concurso organizado por la D.O. Arroz de Valencia. «Para mí es un orgullo llegar de Madrid a Valencia y presentarme a un concurso por primera vez. No me esperaba ganar, tenía la incertidumbre de venir a tierra valenciana a cocinar arroz».
Sobre su plato, Carlos asegura que, aunque es una receta que ha ideado para el concurso, ha decidido ir sobre seguro: «El arroz que he hecho ha sido un arroz meloso de pichón con trompetas de la muerte, salsa de mistela y naranja sanguínea. Ha sido una receta creada para la ocasión porque sabía que más o menos eran ingredientes que funcionaban. El pato, el pichón… con el arroz funciona bien», asegura el joven cocinero.




