EL WHISKY: HISTORIA Y DISCUTIDO ORIGEN

por Celso Vázquez

Es probable que el verdadero origen del whisky esté entrelazado con la herencia celta compartida por los irlandeses y los escoceses. Aunque el debate sobre quién inventó el whisky tal vez definitivamente nunca se resuelva, hay algo que está claro: tanto Irlanda como Escocia han desempeñado fundamentales papeles en la configuración de su historia y cultura. 

El primer escrito que habla o cita al whisky data de 1405 en Irlanda, donde era destilado por monjes. También fue mencionado en Escocia, en 1494,  no obstante, se estima que el destilado de cereales (whisky) ya pudiera existir desde hacía varios cientos de años, pero, con seguridad, cuando y donde fue destilado por primera vez es desconocido y su origen real de esta bebida alcohólica, por ahora, es una incógnita.

Es posible que la primera destilación la pudieron haber practicado los babilonios, en Mesopotamia, en el II milenio a. C., para producir perfumes.

De lo que sí hay certeza es que la destilación sí era conocida por los griegos de Alejandría en el siglo I d. C., pero aún no era usada para producir alcohol de beber. Esta tecnología fue traspasada por los árabes a los europeos durante la larga Edad Media, y los primeros registros en latín son de comienzos del siglo XII.

De todas formas, la cultura celta sabía destilar cebada y centeno, y el brebaje obtenido era considerado un regalo de sus dioses que revivía a los muertos, animaba en los Festejos y celebraciones sociales y les calentaba durante el largo, húmedo y crudo invierno.

En realidad, en gaélico, al whisky se lo llama ‘Uisge Beatha’ o ‘agua de vida’. Fue mencionado por primera vez en Escocia, en 1496, aunque, se estima, como explicamos, que el whisky pudiera ser mucho más antiguo. Este escrito describe cómo fue destilado el whisky en Escocia por el fraile John Cor que obtuvo aproximadamente 6 fanegas de malta, lo que equivale a unas 1.500 botellas.

En un principio se empleaba solo como medicina para la población como una medicina conocida como “uisce beatha”, que significa “agua de vida” en gaélico. El término también es el origen del nombre del término ‘whiskey’ o ‘whisky’. De hecho, sabemos que una buena cantidad de él se reservó para la visita que el rey Jacobo IV hizo cuando fue a Inverness en septiembre de 1506.

Los irlandeses también reivindican la invención del whisky y aportan pruebas de que los monjes irlandeses ya practicaban técnicas de destilación en el siglo XII. Se cree que trajeron la técnica originalmente de sus viajes al sur de Europa.

En el condado irlandés de Antrim y al norte del Río Bush, se encuentra un poblado llamado Bushmills en el cual se encuentra la destilería más antigua del mundo,’The Old Bushmills Distillery’, creada, en 1608, cuando el rey James I otorgó a Sir Thomas Phillips la primera licencia para destilar ‘aqua vitae’ en la historia.

En el siglo XVII, la producción de whisky se había convertido en una industria próspera en Irlanda, con destilerías repartidas por todo el campo. 

Por otra parte los escoceses también reclaman ser el origen. Sin embargo, los registros históricos sugieren que los monjes escoceses, inspirados por sus homólogos irlandeses, comenzaron a destilar bebidas espirituosas en los monasterios durante el período medieval tardío.

Parece, por lo tanto, ser que los irlandeses sentaron las bases de las técnicas de destilación que luego utilizaron los escoceses para crear su propio whisky.

Los primeros registros de una destilería escocesa datan de 1690 cuando se mencionó a la destilería ‘Ferintoch de Forbes’ de Culloden en el concejo de Highland en Escocia.

El puritanismo del Parlamento y de la Iglesia anglicana quería controlar los hábitos de los bebedores y en 1579 se promulgó una ley que trató de erradicar la bebida durante los domingos, pero en 1780 se incrementaron los impuestos sobre el vino, por lo que la popularidad y la demanda del whisky aumentó.

En los siglos XVII y XVIII el whisky barato se usaba para preservar los cuerpos destinados a la disección.

Durante 1786 y 1788 con el abuso de impuestos adicionales se disparó el precio del whisky escocés y se cargó su consumo y, con ello, surgió el negocio de los contrabandistas que continuó casi un siglo. Su astucia era enorme: por ejemplo, Mark Eunson, miembro de la Iglesia Presbiteriana en las islas de Orkney (Orcadas), lo guardaba en el púlpito.

Por fin en 1823 se aprobó una ley mediante la cual se dieron licencias a todas las destilerías. Con lo que las legítimas aumentaron y hacia 1860 el comercio ilegal se redujo a un nivel insignificante y el contrabando desapareció.

A mediados del siglo XIX los escoceses comenzaron a mezclar su whisky de malta (‘Malt’) con whisky de granos (‘Blended’) más liviano y económico para los consumidores. Fue Andrew Usher y Cía. quien en 1850 produjo este primer whisky de mezcla.

Hoy día el whisky escocés, que suele caracterizarse por un sabor vegetal ahumado que le confieren los fuegos de turba durante el proceso de malteado, ha ganado tal prominencia tanto a nivel nacional como internacional, que lo han convertido en el más famoso del mundo.

El whisky americano (también whiskey o el denominado ‘Bourbon’) se hizo con la experiencia y la tecnología de los primeros colonos irlandeses y escoceses.

Actualmente uno de los grandes elaboradores es Japón, con marcas  y destilados de gran prestigio pero, hoy en día, hay destilerías alrededor del planeta».

Rafael Rincón JM

con información de Luis Barreda Martín y del whiskeymuseum.ie

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