GEOHISTORIA, CORTESIA, CALIDAD Y AFÁN
En busca de vinos volcánicos…en La Mancha
Allá dónde casi finaliza la Mancha y se atisban los primeros montes de la Sierra morena en el cauce del Guadiana hace varias decenas de millones de años estadio un gran volcán que ha dejado marcado el terreno de una forma característica muy peculiar.
Es lo que se denomina cómo campo volcánico del Campo de Calatrava y específicamente el Mar de la Hoya de Cervera, declarado Monumento Natural en 1999, en las riberas tranquilas del río Jabalón, afluente del Guadiana.
Ese era el destino del viaje organizado por Isabel Mijares donde fuimos un grupo de comunicadores y personas relacionadas con el vino a conocer la espléndida labor agraria vitivinícola y oleica encendida por el gran empresario e industrial tecnológico, Aurelio Espinosa, desde 2004, en este fincón (950 ha.) de maravilloso paisaje en lo que fue el gran cráter y que desde el siglo estuvo en manos aristocráticas desde 1741 en que S.M. Felipe V se la otorgará a los condes de Valparaíso y que acabo siendo casi abandonada por los últimos, de la Casa de Medina Sidonia.
Unas espectaculares instalaciones totalmente recuperadas y mejoradas, por el equipo familiar con especial gusto y tradición, el palacio, casonas, jardines y sobre todo el campo y edificios acordes, bodegas, almazara, mirador, regadío, embalses, carriles, arbolado… Toda la finca desprende actividad y buen ambiente empresarial y humano.
Así que desde el Brillante de Atocha salimos, a eso de las 10:30 de la mañana, un 7 de octubre hacia La Mancha después de dos horas y pico de recorrido en minibus cómodo llegamos al paraje francamente por su belleza panorámica y la finca por su construcción y mantenimiento extraordinario, al detalle. Un auténtico palacio rural, no faltaron comparaciones con los «Palazzi Rurali» de la Toscana.
Al frente la familia Espinosa, don Aurelio, su hija y mano derecha Horten, que conocimos en la Tertulia del Casino de Madrid, ese día estaba comprometida en una gestión. Lo acompañaban eficazmente, el director comercial y cicerone nuestro en la excursión desde Madrid, Antonio Castillo, y el Director Gerente, José Manuel Díaz Salazar, muy agradables, serviciales y activos que nos dieron todo tipo de explicaciones durante el recorrido de inspección y disfrute en el mirador panorámico de su vino Póker de Blancos (verdejo, airen, gewürztrminner y sauvignon blancos), y cata, comida y tertulia.
Pudimos observar varios viñedos de distintas variedades y orígenes todos bien ordenados, vivos, y saneados en condiciones óptimas, entre diferentes alturas, orientaciones y microclimas en un variado manto verde de viña y olivar, paisaje encerrado entre colinas de tintes pastoriles y bucólico.
Y es que Encomienda de Cervera se basa en I+D y experiencia empírica, con casi tres lustros ver estudiado y detallado conocimiento ver suelos arcillosos y volcánicos y de los diferentes aspectos de cada parcela, como horas de sol, suelo, ruego, etc. Isabel nos lo relató al detalle en una clase magistral.
Tras el recorrido a los campos y viñedos de la finca visitamos las instalaciones principales es decir la bodega con sus tinajas y naves de maduración y afinamiento. Donde pudimos observar la singularidad de esta bodega que armoniza tradición y modernización con sabia maestría y tino.
Sentados en el señorial y gran patio porticado del palacio, pasamos a una informal y amena al tiempo que divertida e interesante cata de sus vinos acompañados de unos excelentes picos de pan y unas soberbias de tortillas de patatas casera que sirvieron para aplacar las hambres del trajín, dada la hora, y empapar los vinos catados.
Sauvignon blanc, monovarietales de graciano y syrah, y dos coupages, denominados «Poker» en la Casa, uno de tintos (Cabernet sauvignon, gracianosyrah y petit verdot) y otro de diferentes tempranillos de orígenes dispares (Toro, Mancha, Ribera de Duero y Rioja, creo recordar). De los vinos, su cata y características hablara nuestro colaborador, Jaime I Jiménez, en unos días pero todos fueron del agrado de los asistentes, algunos más según gustos personales. Creo recordar que los que me gustaron más fueron el elegante sauvignon blanc, el rico varietal de syrah, el también muy agradable e inusitado varietal de graciano y el Póker de tempranillos, original e interesante.
Tras la cata pasamos al comedor central, un luminoso, rústico y elegante salón con una mesa enorme que acogió a los casi veinte comensales entre invitados y anfitriones.
El menú no pudo ser más adecuado, felicitamos por ello a fin Aurelio, comenzó con unos aperitivos de hojaldritos de pisto manchego, lomo de orza, berenjenas de Almagro troceadas, queso manchego, olivas y buen pan para probar su Aceite de Origen Virgen extra, coupage de varias variedades. Siguió una buena cazuela de Migas de campo manchegas, tradicionales, con pan asentado muy bien cortado y sarteneado, con sus torreznos, ajos y uvas coronadas por un buen huevo frito de sus propias gallinas.
Siguió una cazuelita de otra reliquia ancestral de la cocina mesetaria, las gachas, muy buen guiadas, trabadas, finas y de sabor suave. Como plato fuerte principal unas tajadas de soberbio pollo de campo, de su propia finca, al ajillo, de elaboración clásica. Acabamos con postre casero, no recuerdo, si fue arroz con leche o natillas con galletas María.
Como se ve una cocina de total proximidad, de raíz tradicional y con elementos de cercanía. Hoy en día una de las más actuales tendencias culinarias. Todo ello servido por un equipo doméstico que teniendo origen rumano llevan mucho tiempo en la Finca y se han adaptado magníficamente a las costumbres, usos y gustos locales.
Por supuesto que acompañamos el ágape con vinos de la casa. Un blanco sauvignon blanc y varios tintos del monovarietal de petit verdot. Todos los comensales nos presentamos y opinamos y fueron muy instructivos los expertos comentarios de los grandes especialistas catadores como el maestro de sumilleres, Jesús Flores, Adolfo Gatell, director Guía Peñín, el citado Jaime I Jimenez o la propia Isabel Mijares.
La sorpresa fue después de la larga y nutrida conversación de sobremesa donde al pasar a tomar café a la anexa y florida galería sobre un fondo arbolado refrescante. Allí nos dieron con las infusiones, acompañadas por unos ricos y contundentes pasteles típicos de aquellos tiempos donde nada se aligeraba.
Nos abrieron varias botellas de uno de los tesoros más queridos de la Encomienda, «El Jefe». Un tinto de larga crianza oxidativa 100% cabernet sauvignon, de 13 años, con prefermentación muy larga y luego lenta fermentación temperatura controlada por sistema de criadera. Con unos intensos tonos rojos iodados, bouquet muy complejo, fruta roja madura, especiado, regaliz, café, tabaco y pan de higo. En boca untuoso, con equilibrio de aristas dulces y ácidas, placentero, algo dulzón que recuerdan mermelada y pastelería.
Un vino muy especial, a la antigua, elaborado expresamente como regalo homenaje de su familia a don Aurelio, el jefe.
Ya amenazaba la tarde cuando tomamos rumbo a Madrid. Una visita espléndida de esas que dejan huella, de ver como hay personas especiales, encomiables, que se preocupan de respetar conservar y mejorar nuestros campos y labores y de hacernos unos vinos cada vez mejores, singulares, de la tierra, de sabor marcado, en este caso de suelos de volcán…vinos agradables saludables y que alegran nuestras vidas.
Gracias a Isabel por el descubrimiento, a los compañeros que me aguantaron mi poca movilidad, en especial a Gregorio Ras, mi apoyo y por supuesto mil gracias a la familia Espinosa y equipo generosa hospitalidad pero sobre todo por su estupenda iniciativa les puedo asegurar que con el tiempo será un buen lugar de reconocido y prestigioso enoturismo.
Son vinos de cepas seleccionadas y adaptadas a su terruño, con experiencia empírica de años en su cultivo con fallos y aciertos en una constante investigación, bien asesorados y con los pies en el suelo. Vinos singulares, curiosos, para todos los gustos, nada prohibitivos, muchos de gran relación y económicos, golosos, secos, afrutados, monovarietales y curiosos y divertidos coupages muy gastronómicos.
Dénse una vuelta por su web (www.encomiendadecervera.com) y se darán una buena idea del lugar paisaje y paisanaje.
Yo los disfruté y así se lo cuento.
Rafael Rincón JM
ENCOMIENDA DE CERVERA
Bodega Vinos y Aceites.
CM-4111, 17.
Teléfono: 926 10 20 99
13270 Almagro, Ciudad Real, España