por Celso Vázquez Manzanares
El chef ejecutivo, formador y responsable de cocina y gastronomía de la Escuela Superior de Hostelería de Sevilla, Fermín López, y el profesor Javier García Pereda, también de la Escuela de Hostelería de Sevilla, han sostenido que tener una «alimentación adecuada» no sólo beneficia «al nivel de rendimiento» de un deportista, sino que también sirve para «evitar sufrir lesiones», y que la alimentación es «el complemento en el que se apoya el deportista para poder mantener el entrenamiento».
Así lo han manifestado con motivo de su participación en el curso ‘Gastronomía y nutrición deportiva’, dirigido por el director de la Escuela Superior de Hostelería de Sevilla, Iñaki Echeveste, que comenzó el pasado martes en la sede de la Universidad Pablo de Olavide en Carmona (Sevilla).
Han explicado que el objetivo de la nutrición deportiva se basa en tres pilares: optimizar el rendimiento de la persona, es decir, «que mejore su marca»; que se recupere rápidamente para que pueda entrenar de nuevo; y que su cuerpo, si hiciera falta, se adapte a una «nueva composición», con más o menos grasa muscular dependiendo del caso.
En una prueba deportiva, es importante lo que se come tanto antes como durante y después de haber realizado esa actividad física. Antes, lo ideal es consumir alimentos «ricos en carbohidratos» ya que dan mucha energía, como el arroz, la pasta y los cereales, han detallado. Durante la prueba, han resaltado que lo importante es consumir lo mismo «pero en pequeñas cantidades» para que el cuerpo «no se estrese», como dátiles, frutos secos y fruta deshidratada. Y al acabar la prueba, han recomendado comer «platos con proteínas», como pollo, pavo, pescado y huevo.
Han añadido que para diseñar un menú deportivo «es fundamental que te guste cocinar» para conseguir que los hábitos alimentarios sean «más variados» y se pierda «la monotonía» de los alimentos en la dieta. Han afirmado que no se debe de basar en alimentos concretos, sino en las familias que existen, es decir, aunque haya que comer proteínas, por ejemplo, no hay que tomar solo un alimento protéico, sino que, «en función de los gustos de esa persona, lo puede sustituir por otro». También han matizado que «hay mil formas de cocinar» y que se pueden «implementar algunos productos que les gusten, como salsas, para convertirlo en algo diferente» y hacer de la alimentación algo «más divertido».
Sin embargo, han apuntado que la alimentación de una persona «estará basada» según el tipo de deporte que se realice, el tipo de esfuerzo que requiera o el horario en el que lo practiques, o si el deporte es «estético», en el que se valora más la forma del cuerpo, como la gimnasia rítmica, ya que hay que «mirar mucho más las calorías».
Para terminar, los expertos han señalado que, aunque es complicado, se debería de concienciar sobre gastronomía «desde los colegios», educando a los niños sobre qué y cómo comer, o cómo hacer la compra, ya que así se podrían «evitar problemas como la obesidad». No obstante, han vuelto a insistir en que es «mucho más fácil» sensibilizar sobre este aspecto a deportistas que «les gusta cocinar». De ese modo, va a ser más sencillo que «sigan una buenos hábitos alimentarios». «Cocina y nutrición van de la mano. No se entiende la una sin la otra», han concluido.