«Su fundador, Guillermo Hurtado de Amézaga, juntó a 78 bodegueros trajo del país vecino a Jean Pineau, bodeguero bordelés, para que les enseñara a elaborar vinos de calidad, así nació su primera añada en 1862. A partir de ahí, el crecimiento y evolución han sido constantes.
Francisco Hurtado de Amézaga, quinta generación y actual director general técnico y de producción, continúa manteniendo la bodega en lo más alto, adaptándose y, a veces, adelantándose a los tiempos. Cultiva en ecológico, ha retrasado la poda y con ello la maduración, ha desarrollado un programa de reinjertos que rejuvenece la vid y produce uva de mayor calidad. Recorrer con él la bodega en época de vendimia es un lujo.
Además de catar 30 viñedos al día, conduce una cata especial de vinos en una de las aulas, supervisa el funcionamiento de la máquina de selección óptica de última generación y encuentra tiempo para ofrecernos un recorrido de excepción por la sala de elaboración y el parque de barricas, explicando su historia, las reformas, los cambios introducidos… anfitrión atento y cercano, con una memoria precisa para las fechas, aunque él diga lo contrario, en su discurso se adivina el ingente trabajo y dedicación que hay detrás de la bodega más conocida de la Rioja Alavesa.
GG.- Lo primero felicitaros, 2ª Mejor Bodega del Mundo por tercer año consecutivo en los World’s Best Vineyards.
R.- Realmente el premio es al enoturismo y por eso hemos creado una empresa que se dedica exclusivamente a eso, que es la que se ocupa de la tienda, de las visitas… hemos hecho una empresa independiente para no mezclar unas cosas con otras, además porque la gente de bodega es diferente a la gente que se ocupa del enoturismo.
GG.- De todas maneras, la base es el viñedo. Más de 500 ha en propiedad, más de 900 ha de proveedores. ¿Cómo se gestiona todo esto? Parece inabarcable.
R.- Pues con una gran cantidad de personal trabajando en el viñedo. Ahora mismo tenemos 14 tractoristas y 2 encargados generales de todas las viñas que se ocupan tanto de vigilar las nuestras como de controlar las de nuestros proveedores, porque eso también hay que controlarlo, la verdad es que no tienen tiempo de aburrirse. Además, estamos en ecológico, somos la bodega de Rioja que tiene más viñedo ecológico a mucha distancia, tenemos 375 ha. en ecológico y eso en Rioja es muy arriesgado.
GG.- ¿Por qué?
R.- Pues porque el clima no es favorable, hay mucha humedad relativa y eso es una fuente de que salgan hongos por todas partes, todas las enfermedades criptogámicas, entonces ¿qué es lo que pasa?
Pues que, así como en Rueda tenemos todas nuestras viñas, que son 300 y pico ha, en ecológico, aquí no podemos tener todas porque hay zonas que están pegando a los ríos, que son mucho más húmedas y que no puede ser. Ha habido años que nos ha agarrado el mildiu y cuando te agarra no te suelta…
Entonces es una apuesta realmente importante, de la Rioja Alavesa me parece que tenemos el 30 o el 40% de todo el viñedo ecológico que hay, que es una burrada.
GG.- Y dado el riesgo evidente ¿cuáles son las ventajas?
R.- Las viñas ecológicas dan vinos de infinitamente mejor calidad. Además, toda la microflora y los pequeños insectos que habían desaparecido están volviendo a aparecer. Empiezan a aparecer las mariquitas, los gusanos que, al no usar herbicidas, pues vuelven. Nosotros labramos muy poco y lo que sí hacemos es sembrar en las viñas hierbas de diferentes tipos para no tener que labrar, el laboreo de la viña, en el fondo, no es lo mejor.
GG.- Llevas toda la vida haciendo vinos ¿qué ha cambiado en los últimos años?
R.- Ha cambiado en muchos aspectos, en la forma de tratar la vid, los tiempos de poda, la manera de selección de la uva… y el tipo de crianza, el que se hacía hace 30 años no es el que se hace ahora, antes se hacían crianzas más largas en barricas más viejas. Ahora se hacen crianzas más cortas en barricas más nuevas, así guardas mucho más la fruta. Además, hay una corriente mundial en contra de los vinos excesivamente maderizados.
GG.- ¿Son modas?
R.- A lo mejor son modas, pero no van contra la calidad, son vinos que se beben mejor. Tú te vas a Burdeos ahora y llevas un vino con un exceso de madera y te echan a patadas.
GG.- Hablando del extranjero, Marqués de Riscal exporta alrededor del 65% de su producción ¿cuál es el país donde más vendéis?
R.- A ver si aciertas el país que más Riscal compra, empieza a decir países.
GG.- Estados Unidos, Japón…
R.- Más cerca, más cerca
GG.- Bélgica, Holanda…
R.- Suiza, es de lejos el principal comprador de Riscal.
GG.- ¡Anda! Teniendo Francia al lado, Italia…
R.- Pues beben Riscal como si se lo tiraran por encima –se ríe– bueno, está Estados Unidos, Alemania, Inglaterra… esos países son muy importantes y luego en Sudamérica, sobre todo Perú y Colombia; en Perú blanco y en Colombia tinto.
Vinos españoles en el mercado internacional; siempre estamos diciendo que nos falta mucho ¿qué nos falta?
Pues que no tenemos la picardía de los italianos ni la gracia de los franceses, básicamente nos falta saber vender.
GG. – Esta tendencia que hay ahora de marcar cada vez más el territorio en las etiquetas ¿es buena?
R. – Es hacerse propaganda del vino o de dónde lo estás haciendo, pero ningún gran vino del mundo funciona así, así funcionan los pequeñitos. El consumidor es mucho más marquista, tiene una serie de marcas en la cabeza y es lo que compra.
GG. – Vuestro botellero histórico tiene 140.000 botellas ¿qué vais a hacer con ellas?
R.- Beberlas, con mucho cuidado –se ríe–… aquí hacemos muchas catas, hoy mis-mo, una de las personas que estaba en la cata me ha dicho “tengo 3 hijas, una nació en el 2002, otra en el 2004 y otra del 2007 ¿no tendrías unos mágnum para poder yo regalarles el día de su cumpleaños?”.
GG.- Qué detalle más bonito.
R.- Sí, y aparte de la gente que compra aquí, vendemos a muchos restaurantes que ahora se quejan, me dicen que vendo el Barón de Chirel muy joven, pues claro, si os bebéis la cosecha anterior pues tengo que daros la siguiente. Entonces ¿qué hago? Pues me guardo 5.000 botellas de cada cosecha para venderlas dentro de 10 años…
GG.- De todos tus vinos ¿cuál es el que más te gusta?
R.- Te va a extrañar lo voy a decir. Yo soy un fan del reserva. ¿Sabes por qué? Porque es el que más cuesta hacer. Porque hacer 4 millones y medio de botellas iguales todos los años y estar ahí arriba todos los años, eso nos cuesta mucho trabajo».
de María Pérez-Pla en la revista Club de Gourmets de Junio 2024, Especial Salón de Gourmets.