¿HAMBURGUESA?… ‘MARUTXA’

por Celso Vázquez

¡Qué bien cierto es eso que dicen, de que una hamburguesa lo aguanta “to”!

Perdonen que empiece de esta manera, aquellos que tenemos una edad, hemos disfrutado comiendo en esos restaurantes de comida rápida super conocidos, pero créanme si les digo, que, aunque están comibles esas tortas de carne “picá” no tienen absolutamente nada que ver con lo que les cuento a continuación.

Hablando con mi amigo y chef, José Ramón Corrales, me habla de su restaurante “MARUTXA”. Y sí, lo primero que me vino a la mente es como llamaba Bigote Arrocet a Mayra Gómez en el programa de televisión española, un, dos, tres. Disculpen esta pequeña libertad, cosas de la edad.

Ese nombre proviene de un juego de palabra ‘Morucha’, raza campestre en extensivo. La carne de las ‘Moruchas de Salamanca’, que libremente pacen en los ricos pastizales de las dehesas salman tinas, convirtiéndose en el nutritivo alimento de la res morucha, raza que se caracteriza por su rusticidad y perfecta adaptación al medio (*).

El resultado es una carne excepcional, con denominación protegida, de intenso color rojo y sabor aromático.

Como les decía, José Ramón, me hablaba de este nuevo concepto de hamburguesa que han querido transmitir en ‘Marutxa’, reducirlo todo a la sencilla pero extrema calidad de su carne era la prioridad y acompañar a ésta de poco más, pero siempre de buenos productos.

Antes de entrar en la comida, les comentaré el local, se trata de un pequeño pero acogedor espacio, en la 5ª planta de El corte inglés de la plaza del Duque en Sevilla, con la decoración justa, nada rococó, y con un detallazo, que para mi gusto es fundamental, y a la vez que escaso en la hostelería actual, la cocina es visible, abierta a la mirada de los clientes

Nada más llegar me recibió solícitamente la amable, María, que enseguida nos ofreció una buena mesa y nos tomó nota de la bebida, que rápidamente nos trajo.

A continuación, hicimos nuestra comanda y lo transmitió a cocina. Cuando hablo de hacer las cosas sencillas, créanme, en Marutxa se lo toman muy en serio.

El nombre de las hamburguesas es H + un número del 1 al 8, la H es de hamburguesa, claro. Así que no tenemos que dedicar ningún “byte” neuronal para memorizar el nombre de lo que nos apetece degustar. En cada mesa hay unos dispensadores repletos con sobres de salsas, kétchup, mostaza y mahonesa, todas de la marca ‘Heinz’, que se pueden utilizar, a criterio personal, sin remordimiento alguno.

Cuando llegó la hamburguesa, mis papilas aplaudían deseosas, ya, de degustar ese medallón de 300 grs de carne picada de ternera madurada, sin aditivos, sulfitos, saborizantes, y hecha en un horno de carbón. 

Antes de aderezar y ante la posibilidad de “estropear” esa magnífica carne con salsas, la probé. Mi boca se llenó de un rico y sabroso sabor a ternera, con el delicado y armonioso aporte del carbón, casi recordando a esas ‘txuletas’ Euskaldinas, que les he comentado en otros artículos.

Venía muy bien acompañada de un buen y resistente pan brioche, tómate, lechuga, una loncha de queso ‘cheddar’ ahumado y dos de bacón.

En otro recipiente, así lo pedí yo, me pusieron unas papas fritas en aceite de oliva, que, aun estando buenas, creo que no están a la altura de la hamburguesa.

Ojo, las patatas, diré, que son cortadas en el propio restaurante, no son congeladas, ni tienen saborizantes. Aun así, para mi gusto, no son comparables a la inmensa calidad de la espectacular y deliciosa hamburguesa de Morucha. Lamentándolo mucho, no merecen la pena.

Tras leer varios comentarios sobre el restaurante, antes de ir, muchos clientes hacían mención al guacamole y a la ensalada ‘César‘ y como no me puedo resistir ante los comentarios con fundamento, le pedí al cocinero, Ahmed un plato de cada. 

El guacamole estaba muy bueno, y lo que lo acompañaba realzaba el sabor del aguacate, un acierto. La ensalada’ César’, con pollo asado en el horno de carbón, se le notaba muchísimo el sabor que el carbón aporta a la carne y por lo tanto conseguía un original y positivo toque delicioso, iba acompañada de picatostes y una ralladura de queso ‘Grana Padano’, otro acierto.

De la carta me llamó poderosamente la atención que una H llevaba “salsa Marutxa” y le pedí a Ahmed un poco para catarla. Ya me había comido la hamburguesa y opté por probarla con las patatas. Un sabor interesante, está elaborada utilizando en proporciones secretas, varias de las salsas típicas de una hamburguesería más el ingrediente estrella, manzanilla de Sanlúcar. Pruébenla y me lo cuentan.

‘Marutxa’ ha sido todo un descubrimiento y muy grato, buen ejemplo de la buena y tan escasa comida, seria, ‘fast food’, deliciosa y trato del personal muy agradable.

Para quienes ya no somos tan jóvenes, pero nos siguen gustando las hamburguesas, eso sí, de calidad, este es nuestro sitio, déjense de ir penando por mc´s y king´s. Esas incombustibles e inefables seudohamburguesas lo aguantan todo, pero las de verdadera calidad necesitan poco para resaltar su sabor. En ‘Marutxa’ les esperan con los brazos abiertos y el carbón y brasas encendidos.

Amigos de Marutxa, esta ubicación actual no os hace justicia, el mastodonte que os alberga os impide estar al servicio de la mayor parte de clientes potenciales que aún no os conoce. Espero asistir pronto a la inauguración de vuestro propio local a pie de calle.

A ustedes, vengan a Sevilla, y entre otras interesantes cosas, descubran ‘MARUTXA’, no se arrepentirán.

Juan Carlos Lobo

El Trotamanteles  Andalucía

MARUTXA BURGUER

Gourmet Experience, C. C. El Corte Inglés. Pl. del Duque de la Victoria, 8, Planta 5.

Telefono: 623 42 94 93

41002 Sevilla

www.marutxa.es

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