por Celso Vázquez Manzanares
La parroquia de La Massana en Andorra, se viste de otoño con el estreno de las decimocuartas jornadas gastronómicas de la Massana Hornillos. Unas jornadas donde participan 19 restaurantes con una oferta variada y con un único objetivo, ofrecer platos de temporada.
El cerdo, el bacalao, las castañas y los platos de temporada llenarán desde este fin de semana los restaurantes de la Massana con la 14ª edición de la Massana Hornillos. Unas jornadas gastronómicas que buscan poner en valor la cocina de mercado y los productos que ofrece el país durante el otoño.
Este año, participan 19 restaurantes con menús que van de 17 a 37 euros. Desde el común destacan la buena acogida que ha tenido la edición y esperan poder llamar la atención del residente y turista. El objetivo, dice el consejero de turismo, José María Garrallà, es que se den cuenta que «la Massana es una parroquia gastronómica» con propuestas «de calidad excelente». De esta manera «se dinamizan las temporadas bajas y se hace trabajar los restaurantes que el año pasado lo pasaron muy mal».
Un ejemplo de oferta gastronómica es la que ofrece el restaurante La grupetto, que consiste en un pastel de pollo con trompetas de la muerte, un boniato relleno de ternera y la especialidad de la casa, el carrot cake. La propietaria del restaurante, Alba Delgado, espera «que venga mucha gente, que les gusten los platos, que repitan, hablen y vuelvan».
En esta edición también se organizarán salidas con un guía de montaña para ver cómo es el cambio de color de la naturaleza con la llegada del otoño. Se harán todos los sábados del mes de octubre y estarán limitadas a 10 personas.
Otra novedad es la incorporación de los productores locales en las jornadas, que ofrecerán venta y degustaciones de sus productos, como cervezas, quesos o vinos. Se ha instalado una tienda gastronómica en el centro de la Massana, en el casco antiguo donde se realizarán las catas de vinos las tardes de lunes a jueves, para conocer con qué acompañamiento va bien cada vino.