por Celso Vázquez Manzanares
Son ya 10 años los que La Tavina lleva fusionando el mundo del vino y la gastronomía tradicional riojana. Por ello, este bar-vinoteca y restaurante logroñés ha querido celebrarlo con sus clientes y amigos tomando un pincho y un vino en su local ubicado en la entrada de la emblemática Calle Laurel.
Además, para celebrar su décimo aniversario La Tavina recomienda estar atentos a sus redes sociales durante las próximas semanas ya que van a realizar diferentes sorteos entre sus seguidores.
Hace ya una década que sus cuatro socios fundadores, Víctor Visairas, Eladio Araiz, Antonio Ruiz Lasanta y José Pancorbo (actual administrador del negocio), eligieron este enclave, siendo los primeros en dar la bienvenida a locales y turistas que se acercaban a esta calle, referente de la cultura gastronómica de la región.
Su singular vinoteca, que a día de hoy acoge cerca de 400 referencias de vino, dio un especial protagonismo al vino, y no sólo al de la Denominación de Origen Calificada Rioja, sino también a vinos procedentes de todo el mundo. Pasamos así al concepto de enogastronomía que, poco a poco, se fue apoderando de la zona de la Laurel.
Su cocina es sencilla, bien elaborada, sin pretensiones, pero con la calidad que le aportan los productos del Mercado de Abastos y la tradición riojana.
En su afán por maridar su estilo gastronómico y la cultura del vino, en La Tavina comenzaron a organizar sus catas maridadas en la vinoteca, que actualmente tienen lugar los martes y se reparten a lo largo del año. Una cita en la que se juntan bodegueros y amigos que buscan disfrutar de una agradable velada en torno a una copa de vino y bocados preparados para la ocasión.
En su visita al local en diciembre de 2013, Ferrán Adriá desencadenó una improvisada tertulia en la vinoteca, donde puso en valor el espíritu innovador de La Tavina, tanto en su ambiente como en su gastronomía. Aquí destacó el crujiente de careta de cerdo, «una tapa deliciosa, original, moderna y rica, muy rica». A raíz de sus declaraciones y de la ratificación de los clientes, este pincho se ha convertido con el paso del tiempo en el más significativo de La Tavina y uno de los más apreciados de la Calle Laurel.
Además de disfrutar de una gran variedad de tapas en su bar de la planta baja -el tradicional «tapeo» de la Calle Laurel-, La Tavina también ofrece la posibilidad de degustar, en sus dos comedores, varias opciones de menús o platos de carta basados en la gastronomía riojana. Para los amantes del vino, también está la opción de descorchar una botella en la vinoteca de la primera planta y comer o cenar en este ambiente único.
Todo ello, le ha valido a La Tavina varios premios y reconocimientos, como el prestigioso premio Best Of Wine Tourism y revalidar año a año los galardones de Restaurante Recomendado Guía Repsol y Traveller’s Choice Tripadvisor.
