La fruta de la Pasión deliciosa, exótica y tropical que fascinó al mundo.
La «Fruta de la Pasión» deliciosa y selvática es una auténtica maravilla de la Naturaleza, es también conocida como ‘Granadilla Púrpura’, o ‘Pasionaria’ y con distintos nombres en el continente americano (países hispanohablantes) según el país. Por ejemplo: en Uruguay, Paraguay y norte de Argentina es llamada ‘Mburucuyá’ (en guaraní: ‘mburukuja’ ), en Puerto Rico se la llama ‘Parcha’, en Venezuela ‘Parchita’ y en República Dominicana ‘Chinola’, donde la consideran originaria de su país.
Hablar de esta delicia vegetal conlleva, para muchos me incluyo, que se nos haga agua la boca, voy a describírsela y espero que se les fascine como a muchos.
¿CÓMO ES SU FORMA?
De forma ovoide parecido a un huevo de gallina, carnosa, con piel amarilla o violáceo y naranja dependiendo de su madurez y variedad; de textura lisa y brillante cuando está en proceso de maduración y arrugada cuando esta lista para comer.
Su pulpa tiene una primera capa delgada pegada a la piel de color carmesí, seguida de una segunda capa fina de color blanca que protege a las semillas de su interior; las semillas negras grisáceos están envueltas en una especie de gelatina de color anaranjado o amarillo verdoso, muy jugosa , agridulce y muy aromática.
¿CÓMO ES SU SABOR?
Su exquisito sabor singular y delicioso es de un total y ajustado equilibrio, casi perfecto, entre lo dulce y lo ácido, no sólo fascina o ‘engría’ (en Am. agrada, aficiona) nuestro paladar, sino que también calma angustias y dolores a más de uno. Y tiene un gran poder de satisfacción.
El, o la, maracuyá pertenece a la familia de las pasifloráceas, plantas trepadoras originarias de Centroamérica. Hoy crece principalmente en Brasil, Perú, Ecuador, Venezuela, Colombia y el resto de los países del trópico americano. Aunque también se cultiva en países africanos tropicales como Kenia, Costa de Marfil y del África del Sur, también en la lejana Oceanía, India, Sri Lanka (antes Ceilán), numerosas islas del Caribe, otras del archipiélago malayo, en algunas de la Polinesia y en Australia y Nueva Zelanda. En el Mediterráneo en Israel y empieza desde hace pocos años a intentar producirse en España.
¿POR QUÉ SE LLAMA FRUTA DE LA PASIÓN?
¿Imaginaba, usted, que se relacionaba con lo sensual o erótico?
¡¡ Pues no!! Nada que ver.
Los científicos que la descubrieron, echándole mucha imaginación, la llamaron así por su bellísima y peculiar flor, de esta fruta tropical, rica en vitamina C y fuente de proteínas, minerales y carbohidratos, pues parecía contener los elementos que se usaron en la CRUCIFIXIÓN de Cristo: la cruz, los clavos y el martillo.
Además, una de sus variedades, la llamada «fruta de la pasión morada», presenta un color violáceo o marrón púrpura muy propio de la Semana Santa cristiana.
La suma de sus cinco pétalos y de sus cinco sépalos simbolizarían a los diez apóstoles: los doce menos Judas Iscariote y Pedro, quienes lo traicionaron y negaron.
Mientras que sus cinco estambres representarían a los cinco estigmas (heridas) de Cristo. Y sus tres pistilos corresponderían a los clavos de la cruz.
Aunque la veracidad de los mitos siempre será una incógnita no podemos negar que el maracuyá es una fruta llena algo de misterio.
Se considera a esta fruta como bendita, por todos los beneficios que ofrece; la pulpa, el zumo, las flores y la infusión de las hojas del maracuyá tienen un efecto relajante.
Actualmente, ya conocida en las cocinas de medio mundo, es muy utilizada por su exótico sabor y su versatilidad, con la que podemos hacer desde deliciosos postres y sorbetes hasta deliciosas recetas como los famosos «langostinos en salsa de maracuyá».
Pero la cualidad más importante es su poder refrescante de su zumo de esta fruta, ideal en sorbetes helados y que as su vez es ¡¡ super energizante!!.
Como dato curioso, les cuento que la madre, de Marley Quiroga, cocinaba la cáscara del maracuyá con azúcar, y luego preparaba el zumo con el que nos dice:
«no se imaginan la delicia que era; aunque ella decía que bajaba la tensión, yo diría, dada quizá mi «alocada» juventud que curaba la “resaca” después de una noche ajetreadade copas».
Les dejo una receta suya para que se apasionen del MARACUYÁ
LANGOSTINOS Al PANKO, AJÍ Y SALSA DE MARACUYÁ
Ingredientes:
- 30 colas de langostinos, con cáscara, de tamaño median
- Harina, la cantidad necesaria para enharinar
- Panko o pan tostado molido, la cantidad necesaria
- 2 huevos, ligeramente batidos
- Sal y Pimienta
- Aceite suave, neutro.
- Salsa de ají y Maracuya:
- 2 tazas de jugo de maracuyá
- 2 ajies amarillos limpios sin venas
- 2 tazas de agua o caldo
- ¾ de taza de azúcar, aproximadamente.
- 1 cucharada de mantequilla, fría
- Mondadientes o palitos para brochetas
Preparación:
Colocar la harina, huevo ligeramente batido con sal, pimienta y el panko en 3 recipientes distintos.
Pasar cada langostino primero por la harina, luego por el huevo batido y por último por el panko o pan molido, presionando para que se cubra bien cada langostino.
Calentar aceite en una sartén.
Cuando esté bien caliente, freír los langostinos rápidamente hasta que se doren. Retirar y colocar sobre papel toalla para eliminar el exceso de grasa.
Salsa de Ají y Maracuya:
Picar el aji en cuadraditos muy chicos
Hervir el jugo de maracuyá con agua o caldo y el azúcar hasta que se reduzca a la mitad. Retirar del fuego y agregar gradualmente, batiendo con un batidor manual, la mantequilla fría, hasta que se una todo y la salsa esté brillante.
Servir acompañando los langostinos.
Rinde para una taza y media de salsa.
de Mía Verand
Y un cóctel peruano, ‘long drink’, muy de moda:
PISCO SOUR DE MARACUYÁ (Maracuyá sour (pisco)
Una exquisita variante del tradicional pisco sour.
INGREDIENTES
- 7 cubitos de hielo
- 30 gr. de jugo de maracuyá
- 30 gr. de jarabe de goma *
- 90 gr. de pisco
- 30 gr. de clara de huevo
- Pepas de maracuyá
- 2 gotas de amargo de Angostura
* El jarabe de goma es almíbar o amilbar es un jarabe a base de una disolución sobresaturada de agua y azúcar.
PREPARACIÓN
Colocar el hielo en un vaso.
Añadir el jugo de maracuyá, el jarabe de goma, el pisco y la clara de huevo.
Mezclar en una coctelera.
Servir en un vaso.
Añadir el amargo de angostura.
Decorar con pepas de maracuyá (opcional).
Nota:
No le agregue más clara de huevo que la recomendada en la receta, ya que puedes obtener mucha espuma.
Rafael Rincón JM, con la colaboración especial de Marley Quiroga.