por Celso Vázquez Manzanares

Con motivo del estreno en cines de “El Gato con Botas: El último deseo”, una secuela de la exitosa película de animación de DreamWorks Aimation, nos invitaron hace unos días a una cata muy especial, de la bebida favorita del personaje del film: ¡La leche!
Seguro que alguna vez nos has leído y hemos acudido a catas de vinos, catas de quesos, de aceites, pero ¿sabías que también se puede hacer una cata de leche?
Pues sí, así es, y es que no todas las leches son iguales. Cada una nos va a generar unas sensaciones diferentes, según su sabor, textura y olor. Es más, puede que cada tipo nos traslade a diferentes recuerdos según el momento en el que la hayamos tomado.
Por ello, nos propusieron hacer una pequeña cata de leche para que poder probar, saborear bien y conocer mejor la leche que bebemos a diario. Sí, como lo oyes.

La conductora de la cata fue Carmen Garrobo, Fundadora, directora y docente especializada en Análisis Sensorial de productos agroalimentarios de la Escuela Española de Cata.
Lo primero, en copas de vino, nos llenaron como un tercio de un vaso de leche, para a posteriori moverlo como si se tratara de cata de vino y estos son los resultados…
La cata tiene tres fases:
• Fase visual: esto es lo primero en lo que nos vamos a fijar de nuestro vaso de leche, el color y la densidad que tiene.
Color: Todos sabemos que la leche es blanca, pero dependiendo de su contenido en grasa y/o del proceso térmico al que se ha sometido puede tener un color amarillento.
Densidad: Para ver su densidad, mueve el vaso como si fuera una copa de vino, notarás que al moverla deja una lágrima blanca, cuanto más líquida es la leche (menos lágrima blanca), menos calidad tiene. Por otro lado, si al mover el vaso observas que quedan grumos en las paredes puede que la leche no se haya homogeneizado bien o que se trate de leche en polvo.
• Fase olfativa: Lleva el vaso a la nariz agitando en círculos e inspira lentamente. La leche tiene un olor característico, nota su intensidad y las notas olfativas que nos van a indicar características de la leche que tomamos. Además, también puedes detectar si hay aromas añadidos como vainilla, canela, etc. La buena leche tiene que oler a leche, ¿conoces su olor o ya lo has olvidado?
• Fase de boca: Da un sorbo a tu vaso de leche, pero sin tragártelo, deja que la leche se mueva por la boca para que tenga contacto con la lengua. En esta fase vamos a evaluar su textura y sabor.

Textura: La consistencia de la leche puede variar, ser más espesa/pesada o ligera/acuosa. Esto va a depender de la cantidad de grasa y sólidos disueltos. Detectaremos si nos deja un paladar seco, lo cual quiere decir que su textura es más bien grasa, o si, pasa por la boca de una forma suave pero consistente.
Sabor: ¿Sabes que si tuviéramos que decidir el sabor de la leche diríamos que se acerca más al dulce que al salado? Además, deberemos tener en cuenta que el sabor cambia según el tipo de tratamiento térmico que haya sufrido la leche. Así, por ejemplo, la leche UHT es una leche que ha sufrido un tratamiento térmico más intenso y esto le confiere un sabor diferente al de la leche fresca (pasteurizada), que ha sufrido un tratamiento térmico más suave. Nunca debes tomar una leche ácida o amarga porque eso significará que se ha puesto mala.
Puedes probar a añadirle sabores como canela, chocolate en polvo o vainilla y ver si sois capaces de identificarlos.
Ahora ya puedes empezar a saber cómo identificar todas las características de la leche y disfrutar al máximo de ella. Algunos acertaron la leche preferida del Gato con Botas y otros elegimos, seguro por el sabor, la más comercial que era marca blanca.
Pero si quieres conocer que leche prefiere el Gato con Botas acércate a los cines que es una buena opción para estas fechas navideñas.