por Celso Vázquez Manzanares

Roger Chen, fundador del Grupo Zen, difusor de la cocina china y la alta gastronomía orienta en España, acaba de inaugurar un nuevo Zen Noodle Bar en la calle Jesús, en el céntrico Barrio de las Letras. Este enclave, que cuenta con otra sucursal en la calle Lagasca, apuesta por una cocina desenfadada, asequible y centrada en la cocina china callejera, con propuestas asiáticas como los noodles, el sushi y las bento boxes, cajas de comida típicas de Japón con pequeñas porciones de varios platos. Así, el Grupo Zen suma ya nueve restaurantes en Madrid.
UNA CARTA CALLEJERA Y ASIÁTICA
Con este nuevo Noodle Bar, Roger Chen apuesta por consolidar su línea de restaurantes asiáticos informales y frescos, con un guiño a un público joven que vive, trabaja y va de compras por la zona y busca comer algo rápido a mediodía o por la noche. La cocina abre de manera ininterrumpida, desde las 12:30 hasta las 23:30 horas.
La carta del restaurante, con un precio medio de 18 euros, apuesta por continuar difundiendo lo mejor de la cocina callejera china y los platos asiáticos más conocidos entre el público español. Los noodle soup bowls, que se sirven con guarnición, son una idea perfecta para una cena o un almuerzo completo. Hay cuatro variedades, como el bowl de sopa Won Ton o el de fideos con carne y verduras chinas. Las bento boxes son también una opción de menú muy popular, que incluye bebida, té o café. Hay seis combinaciones, con distintas ensaladas, piezas de sushi o platos calientes. Tanto los noodle soup bowls como las bento boxes cuestan 15 euros. Los dim sum, tradicionales bocados cantoneses, cuentan con su propio capítulo en la carta. El spicy edamame, los baos (de cerdo ibérico o pato crujiente), los rollitos vietnamitas o los langostinos cremosos con mayonesa picante son opciones perfectas como entrantes o platos ligeros.
Dentro de la carta del Noodle Bar encontramos guiños a la gastronomía japonesa más urbana. Así, en su sushi bar no faltan los nigiris, sashimis variados y los tartares de atún o de salmón. Destaca la variedad de uramakis, como el de langostino en tempura o el California. También se ofertan barcos de sushi y sashimi, una completa selección de las piezas más representativas de este apartado (38 euros).

Fiel reflejo de la cocina asiática, hay multitud de platos especialmente pensados para compartir, con guiños a las cocinas de China y Tailandia El pad thai, la ternera Sichuan caramelizada, los noodles cantoneses salteados al wok, el arroz frito con verduras y salchichas o el pollo al curry verde son algunas de las apetitosas alternativas.
Para cerrar la experiencia, en la carta de postres encontramos clásicos dulces como la cheesecake, la mousse de chocolate, helados artesanos, sorbete casero o una selección de mochis. En cuanto a la carta de bebidas, además de cervezas (Mahou, Sapporo o Tsing Tao), hay una selección de vinos tintos y blancos, todos españoles, con la posibilidad de degustar varios de ellos por copas. También sirven copas y, en verano, prepararán bubble tea, una bebida de origen taiwanés a base de leche, té y perlas de tapioca.
SOBRE GRUPO ZEN
El nuevo Noodle Bar de la calle Jesús ha sido decorado por el propio Roger Chen, que ha querido dotar al local de aires nórdicos y modernos, con detalles de ladrillo visto en las paredes.
El nuevo Zen Asia Noodle Bar eleva a nueve el número total de establecimientos del Grupo Zen, que cuenta además con otro Zen Noodle Bar en la calle Lagasca; Asia Gallery The Westin Palace y Asia Gallery Lagasca; y Zen Asian Bistró Bretón de los Herreros; Zen Asian Supper Club; Green Tea The Westin Palace y Green Tea Zurbano y Royal Mandarín, en el Casino Gran Madrid Colón. Además, Chen reabrirá el próximo marzo su Zen Asian Bistró Pozuelo. Este espacio, antaño conocido como Zen Vintage, fue el primero de sus locales en ver la luz en 1997.
SOBRE ROGER CHEN
Nacido en China en 1965, Roger Chen es hostelero de tercera generación: su abuelo emigró a Alemania, donde abrió restaurantes y tiendas de textiles, y su padre a Holanda, donde él mismo se trasladó a los 11 años junto a su madre y sus hermanos. Allí, en el restaurante de su progenitor en Róterdam, se inició su idilio con la gastronomía, aunque no fue hasta 1988 cuando decidió aparcar su carrera en Telecomunicaciones para dedicarse en cuerpo y alma a la hostelería. «Durante un viaje de fin de curso a Ibiza pasé por Madrid y me enamoré de su ambiente, su vida y su rica oferta de ocio y supe que algún día tendría allí mi propio restaurante». Pero el camino no fue fácil. Durante casi diez años, ya con toda la familia asentada en la capital española, trabajó «haciendo de todo, desde recibir hasta fregar platos, ir a la compra y cocinar» en los míticos China Town –en Sor Ángela de la Cruz– y China City –en Doctor Esquerdo y aún en pie–, ambos propiedad del padre de Roger, y viajó por todo el mundo empapándose de las tendencias culinarias y visitando los grandes templos de la cocina asiática de las urbes más avanzadas del viejo y del nuevo continente. Llegó incluso a vivir en Nueva York, donde conoció a la que hoy es su mujer y madre de sus tres hijos.

Cosmopolita, inquieto y con un gran olfato para la empresa, en 1997 decide emanciparse y abrir su propio negocio: Zen Pozuelo, un comedor completamente alejado de los orientales al uso a través de una decoración moderna y sofisticada, de un servicio de alta escuela y de una oferta diferencial en la que incluía platos cantoneses, vietnamitas y tailandeses, como los dim sum, los noodles o el soft crab, entonces poco conocidos en nuestro país. En 2004, daba un paso más en la introducción en nuestro país de la alta cocina oriental con la inauguración, en el hotel The Westin Palace, de Asia Gallery, un restaurante que, 18 años después, sigue siendo el referente del lujo culinario asiático en Madrid y en España con una propuesta consagrada a la cocina china imperial.
La segunda gran pasión de Roger Chen, tras la gastronomía, es el golf. Es hándicap 9 y presidente de la Asociación de Golfistas Chinos en España. «El golf te hace mejor persona, te calma y te ayuda a desarrollar muchas de las virtudes necesarias para dirigir una empresa, como la concentración, la paciencia, la perseverancia, la humildad y la honestidad; al fin y al cabo, juegas contra ti mismo». Es, también, un gran aficionado de la moda. «Me fijo mucho en los detalles porque creo que la manera de estar dice mucho de la manera de ser de las personas y en hostelería la psicología, el adaptarse a las emociones del cliente y a lo que busca en cada momento es fundamental», explica Chen.