Publicado 27 de marzo de 2020
Una alegría nunca viene mal y más en estos duros e inactivos días.
Esta mañana a las 09:40 suena el teléfono lo y me dicen que traen un paquete, como la cosa está cómo está, le pregunto de dónde viene, me dice, el esforzado repartidor , que cree es vino y viene de Efecto Directo. Lo abro.
Me deja a la entrada una caja muy bien envuelta de plástico con bolas, antichoque, con formato rectangular y sí, tiene pinta de vino.
Desembalo la caja y efectivamente (ver fotos) es una caja de Don Miguel de Bodegas Comenge, Ribera del Duero. Viene con un sobre y mensaje…
» Remedio anti COVI 19, No sabemos si curará pero desde luego hará más llevadero el confinamiento…¡¡ Quédate en casa!! …»
Emoción y gratitud todo en uno, vienen a mi cabeza y ya empiezo con qué y cómo, a falta del hoy imposible con quién, iran cayendo una a una estos néctares ribereños, que platos y a que horas.. y ya estoy más entretenido.
Desde luego hay que tener amigos hasta en el averno, pero si encima unos de ellos es un lince del marketing y comunicación, con detallazos como éste, uno es doblemente afortunado.
Gracias, Álvaro Comenge, gracias, Cristina Tierno.
Actos como el de hoy hacen imagen y amores eternos.
Ya os contaré cómo y con qué.
Otra vez gracias.
Rafael Rincón JM.