por Celso Vázquez Manzanares

Sin faltar a la tradición, los vecinos y visitantes disfrutaron del tradicional “Xantar do galo pica no chan e do becerro do Xurés ao espeto”. Una cita que congregó en Muíños a unas mil personas para la confraternización, el disfrute y el buen ambiente.
Las sopas del Burro cansado se celebran en el Concello de Muíños gracias a la recuperación llevada a cabo por la Asociación Fonte Fría.
Esta fiesta gastronómica tiene sus orígenes en el tradicional postre formado por vino, azúcar y miga de pan, (de ahí el peculiar nombre).

Antaño nuestros antepasados se alimentaban de esta mezcla para hacer frente a las duras tareas agrícolas, y debido a su composición y capacidad energética, los mantenía con gran vitalidad y fuerza.
Este hecho hizo que los miembros de la Asociación antes citada, una noche en las instalaciones de su centro, decidieran rendir un pequeño homenaje a sus ancestros, celebrando esta fiesta.
Así pues, un buen día ataron un burro en la puerta de su centro de reunión y elaboraron el peculiar plato, invitando a quién lo deseara, a participar de la fiesta.

Con el paso del tiempo se fueron ampliando las actividades a realizar en este día de fiesta, así hoy en día se celebran gran cantidad de juegos populares, todos ellos muy relacionados con el Burro, también es importante la Chega dos Bois, donde estos animales competían para demostrar su fuerza, y una Feria de Artesanía, que se celebra desde el año 1993.
La localidad está celebrando así, desde el viernes, las fiestas de Muíños con un amplio programa cargado de música, diversión, gastronomía y mercado de artesanía. Ayer, más allá de la comida popular, los vecinos pasearon por la “Expo-raia de artesanía”, los pequeños disfrutaron de juegos populares y se celebró la VI edición del campeonato gallego de carrilanas.





Por supuesto, no faltó la música con la actuación de las charangas Tattoo, CLK y Fuego, así como la actuación del Combo Dominicano y la celebración de la XIII edición del “Muíños Dance”.
