por Celso Vázquez Manzanares
Manuel Herrera, el autor de los vinos de la firma Finca Herrera, vuelve al mundo vinícola con su nuevo proyecto: Viña Española, una compañía de vinos que no sólo los elabora, sino que presta asesoría integral a diversas bodegas de varias denominaciones de origen.
Como el propio Herrera narra, realmente nunca se marchó del todo del sector, sino que anduvo estos años dirigiendo cinco ediciones consecutivas de un concurso internacional de vinos. El motivo del paréntesis fue el repentino fallecimiento de su padre, Pascual Herrera, junto con el que había puesto en marcha en Finca Herrera en 2013. Manuel adquirió unas viñas muy viejas en Cigales y hombro a hombro comenzaron a trabajar en un plan que se vio truncado en pleno auge con la desaparición de su padre.
El empresario reconoce que ha tardado mucho en recuperarse del mazazo y poder reorganizar sus ideas y sus activos. Su primera decisión fue vender el viñedo cigaleño y centrarse en las mejores referencias de Finca Herrera, como el blanco Bailarina, el rosado El Perfumista, o el tinto Príamos, todos ellos adscritos a la D.O. Vinos de Madrid.
Pero el fuerte de Viña Española es el gran porfolio de vinos que Manuel Herrera produce en conjunción con los bodegueros que asesora y que, según afirma, «son, además, amigos». En él encontramos desde un cava extremeño de Almendralejo, tierra de su familia materna, hasta vinos en la Ribera del Duero, Navarra o Toro.
LA PROLONGACIÓN DE FINCA HERRERA
Viña Española incluye en su porfolio las referencias señeras de Finca Herrera, esas que llamaron la atención hace una década entre el público y la prensa del sector.
El emblemático BAILARINA, un blanco de malvar de la D.O. Vinos de Madrid regresa ahora con la añada 2022. En esta misma denominación de origen encontramos los tintos ESPACIAL (syrah y tempranillo), CUÉLEBRE (garnacha tinta), CARAMULO (tempranillo, syrah y garnacha tinta), su versión crianza, llamado PRÍAMO y el rosado EL PERFUMISTA.
VINOS COMPARTIDOS
Manuel Herrera es coautor de varios vinos elaborados al alimón con algunos de sus mejores amigos. Con José Carlos Álvarez, de Convento de las Claras, ha lanzado DESPERTARES, un monovarietal de tempranillo crianza de Ribera del Duero que acaba de ser lanzado al mercado y ya ha conseguido la atención de los periodistas del vino. «Me importa mucho esta marca por su historia, por Peñafiel, por la Ribera del Duero y por José Carlos, a quien considero hermano», nos asegura.
«Toca seguir aprendiendo del vino y de la vida», asegura, y por eso sigue su periplo nómada por el mapa con Viña Española, sumando territorios a su oferta: el tinto LAS ANDALÍAS, de la D.O.Toro; el oloroso CANSALIEBRES, hecho en Huelva con uva zalema; y el proyecto que con Juan Andrés Martínez, de Bodegas Martínez Paiva (Almendralejo), han convenido en llamar ANTÍFONA (blanco, tinto y, en lugar preeminente, el cava), en Tierra de Barros.
Tras la vendimia 2024 nos promete novedades, como un vino de altura en homenaje a su padre con uvas procedentes de la parcela Piñuelas, en Fuensaldaña, que está diseñando en conjunción con Bodegas Eme y saldrá al mercado como vino de la Tierra de Castilla y León.
LA SEDE: RUSTICANA
Al nuevo proyecto se suma un lugar especialmente ideado para disfrutar del vino y la compañía. Se trata de LA MESA ÚNICA de Rusticana (José Lázaro Galdiano, 1, Madrid), el incalificable espacio que Herrera ha abierto este verano con su mujer, al artista plástica Irene Pérez («Irenissim»).
La mesa, en la planta alta de un establecimiento que amalgama obras de arte, libros, productos gourmet, objetos decorativos y vinos de todas las procedencias, está concebida para albergar catas, reuniones y eventos privados de hasta 12 personas.
Es allí donde Manuel celebra las catas de sus vinos y los de sus bodegas amigas y, además, reservando con un día de antelación, el formato puede convertirse en un almuerzo o «merienda» con las viandas más apropiadas a cada referencia.
