En la tarde- noche de ayer martes visité la casa del Chef Víctor Gamero, una coqueta abacería, “capilla del vino” en el barrio de Triana de Sevilla donde, junto a Javier Compás organizaron para 10 privilegiados, una cata de vinos y tapas muy interesante.
Empezamos con un vino de Sevilla, SÓLO PALOMINO, de la bodega González Palacios, en Lebrija. Un vino hecho con la variedad palomino, muy frecuente en los vinos de Jerez, para acompañar una tosta de piriñaca con bonito seco de Barbate de la marca Herpac y un toque de ali oli con hierbabuena que le aporta frescor.
Desde Frailes, Jaén, llegó el vino IGP de variedad sirah de la bodega Campoameno para que lo degustásemos con un minigofre con cremoso de mostaza, ternera asada con salsa teriyaki de Tío Pepe. La carne estaba en su punto y el teriyaki realzó todos los matices del gusto, incluido el umami. Las patatas fritas “chips” que acompañaron la tapa eran de “La papa que llevas”.
Continuamos con un Albariño de Rias Baixas, MAIOR DE MENDOZA, un vino con mucha personalidad que acompañó perfectamente una semimojama casera de pez espada y ensalada fresca de cous cous y granada. Una tapa muy equilibrada de sal con un toque cítrico y la explosión de sabor que aportan los granos de Granada.
Con la cuarta tapa, el Chef nos sorprendió con unas costillas de cerdo laqueadas con “kalimotxo” (vino y cocacola) y puré con mojo de churrasco, que fue acompañada de un vino de La Guardia, Álava, de uva tempranillo, PUJANZA HADO de 2016. Las costillas estaban más blanditas y deliciosas que una gominola.
Y llegamos al final del espectáculo con un soberbio queso madurado, de leche cruda de cabra de la quesería artesana de Sierra Morena, “Quesos y Besos”, y un “vino” 100% de naranjas ecológicas valencianas, no tiene uva, muy divertido para jugar al despiste de aperitivo o postre.
Juan Carlos Lobo 2021.