CASTILLO DE CANENA, PROBANDO Y DISFRUTANDO

«Unos aceites de oliva de los Cerros de Úbeda que se han convertido en Grandes de España»

Esta semana he recibido tres aves de Castillo de Canena. Había visto en las redes sociales el aceite de oliva virgen extra con Harissa marroquí, que me llamó la atención y les solicité una muestra para catarlo.

Me enviaron una botella de aove con Harissa, acompañado de sus dos aoves del Primer Día de Cosecha, 2023, Arbequina y Picual.

Conocí a los coprotagonistas y coautores, con su padre Luis, del Castillo de Canena, Rosa y Paco Vañó, hoy sus propietarios y gestores, en 2016 en su presentación del aove Primero, ese año dedicado a Raphael, en el Teatro Real de Madrid.

Les voy a contar mi impresión de cata de los tres aoves, pero antes, para conocer mejor a esta casa oleica jienense, que ha logrado estar, de forma permanente, en el top ten de los mejores aceites de oliva de todo el mundo, por la gran mayoría de expertos internacionales. Siendo ya uno de los GRANDES EMBAJADORES DE PRODUCTOS DE MÁXIMA CALIDAD DE ESPAÑA.

El Medio

Canena se alza a 537 metros sobre el nivel del mar, cuenta con una superficie de 14 km² en la comarca de La Loma. Con una población de 1.822 vecinos.

Localizada estratégicamente en el centro de la provincia olivarera de Jaén, a 40 minutos (63,5 km) de la capital provincial, Jaén, por la A-32 y la A-44, a 18 minutos (19,1 km) de Linares por la A-32 y a 19 minutos (13,9 km) de Úbeda por la N-322 y la A-32 y a sólo 13 minutos (9,1 km) de Baeza por la N-322 y la JA-4109.

Su economía, cabe destacar una situación de prosperidad socioeconómica con una renta familiar bruta disponible per cápita en el municipio durante el año 1998 fue de 1.082.166€. Así mismo, el paro es muy bajo, solo el 6’99%, la propiedad se caracteriza sobre todo por estar muy repartida y una renta derivada especialmente del cultivo del olivar.

Además existen dos cooperativas olivareras en el pueblo, dos panaderías que además de pan producen dulces y otros productos de la repostería tradicional, varias tiendas de alimentación, comercios y de productos típicos orientados al turismo cada vez más numeroso procedente del Balneario de San Andrés con hotel de tres estrellas, piscinas, cubierta y al aire libre y espacios para cafetería, restaurante, deportes, etc. Asimismo, y distante unos tres kilómetros del municipio se cuenta con el Hotel-Paraje La Lambra situado en un entorno singular al lado del pantano de Giribaile.

Breve Historia

Parece ser que fueron los ‘Banu Kina’ sirianos que se asentaron en este territorio entorno al año 750. Poco después de la batalla de las Navas de Tolosa, 1212, fue conquistada definitivamente por el rey castellano en 1220/27, que se la cedió a las Órdenes militares de Santiago y Calatrava, por lo que en las fuentes es denominada como «Las Canenas», permaneciendo el pueblo así repartido entre estas dos Órdenes Militares -integrado en la Encomienda de Bedmar, la parte perteneciente a la Orden de Santiago, y a la Encomienda de Torres y Canena, la parte perteneciente a la de Calatrava, hasta que en 1539 el emperador Carlos V las enajenó y formó un solo concejo.

El rey emperador vendió junta toda la villa a su cortesano y secretario, Francisco de los Cobos, el cual, en 1544 y desde Valladolid, otorgó las ordenanzas municipales que serán las que regirán todo el funcionamiento de la villa.

Al poco tiempo, éste también inicia un proceso de transformación del antiguo Castillo de Canena de origen romano y árabe, en palacio cuya dirección de obras algunos atribuyen al arquitecto renacentista español Andrés de Vandelvira (1509-c. 1575).

El palacio castillo de Canena tiene un patio interior cuyo segundo piso se presenta con una balaustrada con columnas y capiteles jónicos sobre los que descansan las zapatas.

Las ordenanzas del Fuero de Baeza (1544) vinculan a Canena, con el Marquesado de Camarasa hasta bien entrado el siglo xx. que pasó a manos privadas, y desde hace varios decenios en manos de la familia Vañó..

Aceites Castillo de Canena

Los hermanos Vañó, junto con su padre Luis, que fue quien les inoculó el “virus” del olivar y la almazara y provocó que cuando ya rebasada la cuarentena y estaban triunfando profesionalmente, respectivamente en el Grupo Santander (Paco) y en Coca Cola (Rosa), decidieron volver a sus orígenes.

Una saga familiar dedicada al aceite desde 1780 y con un objetivo concreto, convertir a la empresa Castillo de Canena en sinónimo de calidad e innovación en el complejo universo oleícola nacional e internacional, partiendo de sus fincas (más de 2.000 hectáreas de olivar de las variedades Arbequina, Royal de Cazorla).

Ambos mantienen una linea y comparten unabobsesión por la máxima, ‘top’, calidad, por la mejora del producto, por la sostenibilidad, la trazabilidad y la biodiversidad.

Transformaron la antigua y familiar almazara en un modelo, moderno y pujante tecnológicamente, con grandes inversiones, como el tener dos centrifugadoras verticales. Envasan normalmente sobre pedido para que la calidad del aove se preserve en los depósitos.

Premios y reconocimientos.

El premio oleícola oficial más importante a nivel internacional: el ‘Mario Solinas’, organizado por el C.O.I. (Consejo Oleícola Internacional). Un reconocimiento a la mejor calidad en AOVES que recibió su aceite Reserva Reserva Familiar Picual, quedando en primera posición en la categoría “Frutado intenso” de entre 189 aceites de diferentes países.

Reconocida, también, por la prestigiosa guía ‘Flos Olei’, reconocida internacionalmente, que nombró a Castillo de Canena como ‘Mejor compañía oleícola del mundo’. Además, dió la máxima puntuación (98 puntos) por cuatro años consecutivos. Unos logros que posicionan los aceites extra vírgenes Castillo de Canena entre los top 10 mundiales.

Exportan el 80 por 100 de su producción, con gran presencia en mercados como Estados Unidos, Alemania, Inglaterra y en países asiáticos como Japón, China, India o Corea del Sur.

Cuentan con el privilegio de haber recibido cinco veces el premio ‘Alimentos de España’:

Premio a la Mejor Producción Agraria en 2009.

Premio a la Internacionalización en 2012.

Premio al Mejor Aceite Frutado Intenso en 2015.

Premio Alimentos de España en 2017.

Premio a la Ecología en 2018

La Cata.

Los probé por este orden, intuitivamente de más suave a más potente, primero el PRIMER DÍA DE COSECHA ARBEQUINA; segundo el PRIMER DÍA DE COSECHA PICUAL y por último y tercero el CASTILLO DE CANENA CON HARISSA.

Los aoves del Primer Día de Cosecha son una edición limitada del aceite de oliva virgen extra, monovarietal, recolectado el primer día de la cosecha. Es decir da la primera esencia y sabor de cada cosecha anual, ninguna es exactamente igual, ya que hablamos de verdejo 100% zumo de aceitunas, sin tocar, solo obtenido do por medios mecánicos, sin ninguna alteraración por calor o química.

PRIMER DÍA DE COSECHA ARBEQUINA 2023

Botella estilizada de 500 ml. estilizada, de color avellana y capucha blanca, con un diseño particular y este año con la etiqueta singular con un cuadro del famoso y fallecido pintor filipino, Fernando Zóbel.

En boca provoca una sensación suave y muy agradable donde predomina la frescura de la hierba, un poco a tomatera, a nueces y almendras verdes. Poca astringencia y final con cierto dulzor. Sensaciones de agrado, de elegancia y untuosidad noble.

Su retrogusto armoniza estupendamente el amargor y el pequeño, pero presente, no muy persistente.

Lo considero muy apto para pescados blancos, como sustituto o añadido de la mantequilla en ‘meuniéres’, o besameles, para gazpachos, salmorejos, ajoblancos, en tortillas, en pescados a la parrilla o en repostería como por ejemplo bizcochos o cremas pasteleras. Ideal para amantes de los sabores suaves.

PVP. 25.10€.

PRIMER DÍA DE COSECHA PICUAL 2023

Botella estilizada de 500 ml. estilizada, de color avellana y capucha blanca, con el mismo diseño particular y en la etiqueta singular otro cuadro del celebre pintor filipino.

Su sensación inicial, bouquet, es bastante más afrutado y de mayor carácter. Más entidad, esencia, sabor, característica de la picual, mucho más a tomatera, a frescas hierbas verdes, a fruta verde. En paladar da la misma fuerza expresiva que en nariz, similares tonos herbáceos frescos, a flores aromáticas como malvas, en el paso es aterciopelado y muy persistente en boca.Tiene una fuerza muy equilibrada y satisfactoria, entre un picante de pimienta fresca bastante agradable y una astringencia suave en la garganta recordando a las ortigas.

Es perfecto para aliñar sabrosas ensaladas; salmorejo s y gazpachos más intensos.

Para amantes de sabores más intensos, para tostadas de desayuno, para almorzar o merendar molletes con buen jamón. En cocina para pil piles, aliolis y mahonesas potentes, sabrosos estofados.

Es el aceite de los amantes de sabores intensos ricos, penetrantes, yo es el que más empleo.

PVP. 25.10€.

CASTILLO DE CANENA CON HARISSA 250ML

Castillo de Canena lo elabora dentro de su línea de aoves innovadores, con el de Ahumado de Roble, el Amontillado y el de Plancton Marino.

Este con Harissa, de color rojo intenso es su único producto picante y destaca por su frescor y también perfecto equilibrio. Para su elaboración han creado una receta propia, original y sorprendente de la salsa típica del norte magrebi (marroquí, argelina y tunecina), Harissa, a base de pimiento rojo seco, cayena, ajo, cilantro y alcaravea, que se infusiona con su excepcional aceite de oliva virgen extra. Obreniéndose un aceite de color rojo anaranjado y transparente.

Presentado en una pequeña pero muy atractiva botella, de 250 ml., su diseño le transporta a uno a su origen geográfico y cultural, con azulejos del mundo árabe, en color rojo y naranja, evocando también así la pigmentación del aceite y de la propia harissa.

En su cata uno se inunda de todo ello. Ya que emana unos inusitados y foráneos aromas a tostado y mordaces de la cayena, que seguidos del de los toques especiados, donde con agrado se identifican perfectamente en el retrogusto cada una de ellas, en una combinación extraña pero también muy equilibrada e intensificada con los aromas frutales, verdes y astringentes propios del zumo de la aceituna fresca, el aove.

Su gran fluidez y un amargo y picante en perfecta armonía destacan en este exclusivo aove infusionado. Desde luego, es picante, pero no es muy fuerte, en absoluto. Lo que es es muy divertido en boca y creo puede ser muy versátil, sirviendo como aliño aderezo para mahonesas, tartares, tiraditos, salpicones de marisco, cuscús, tajines, carnes asadas, patatas bravas, vinagretas y guisos e incluso ceviches entre otros. En Estados Unidos, nos dicen, destaca su uso en barbacoas, hamburguesas, alitas de pollo, sándwiches, patatas y maíz asado.

A mí me impresionó y agusto tanto que me hice una sabrosa y deliciosa mahonesa densa, especiada y alegre con unos gambones a la sal.

PVP. 17.75 €.

Consideraciones

Evidentemente con el tema de la problemática carestía del aceite de oliva extra virgen extra estos precios (50-70 euros litro) pueden parecer descomunales o desorbitantes. Desde luego. Pero tengamos en cuenta varias cosas.

La primera y muy importante que en la gran subida de precios de los aoves no están incluidos estos aceites Premium, que apenas han alterado sus precios en los últimos años, ya que estás grandes Casas, Castillo de Canena entre ellas, parten pensando más en su alta calidad que en la cantidad y en un precio competitivo como sucede con los aoves masivos de las almazaras industriales, grandes cooperativas y grandes firmas tradicionales, que son los que han tenido que aumentar sus precios.

La segunda es que hablamos de lo mejor de lo mejor, lo óptimo del mercado. Es como ir a comer por 600 € a un gran estrella Michelin, o la Fórmula 1 en automovilismo o la Alta Costura a medida en la moda textil. Ya que son como verdaderas joyas de colección, pensadas y creadas para el verdadero deleite de los afortunados consumidores que pueden consumirlos.

Y lo tercero es la comparación real. Uno sabe y alguna vez vemos y/ o bebemos un gran gin, whisky, cognac, brandy de más de 70 euros los 0’70 l. o comido jamón de 200 € el kilo, o una trufa de 1.000 € kilo, o angulas a 1.200 € kilo.

Así considerado deberemos reconocer que estos soberbios aoves únicos, son costosos, pero nunca ni prohibitivos ni pensados para solamente ricos. Están creados para verdaderos gourmets, sibaritas, amantes de la buena gastronomía y su disfrute. Y un día al año no hace tanto daño.

Solo queda reconocer que como su padre aoves muy reducido cada botella da para grandes y soberbios ratos donde disfrutar de su excelencia.

Pues ya saben…

Rafael Rincón JM