FLORITURAS DE MASA FRITA, DULCES DEL MEDIEVO QUE VUELVEN

por Celso Vázquez

La flor de masa es un tipo de fruta de sartén dulce que se suele servir de un tradicional secular, postre, típico de la repostería de muchas zonas de España.

En la actualidad es un dulce típico de buena parte del país. Como las torrijas pero en menor medida, se les llama flores de cuaresma, flores de Semana Santa, flores manchegas, o flores fritas

Se les conoce también como: flor frita, flor de lis, floreta o florón, hojuela en el sur de Ciudad Real y también rosa en Andévalo y alrededores en Huelva.

¿Cómo se elaboran?

En España, se elaboran con una masa de harina de trigo con abundante huevo. Dependiendo del cocinero, pueden llevar leche o no. A veces se aromatizan con anís (Pimpinella anisum).

Las flores se elaboran con un molde de hierro que les confiere su forma  barrocoarabesca característica.

El molde se calienta en aceite hirviendo y tras ello se remoja en la masa. Al meterse por segunda vez en el aceite la masa se fríe y cuando está bien dorada y adherida al molde se saca. Se deja enfriar y cuando está templada, tras unos minutos, se despega.

A veces se rematan las flores, ya fuera del molde, devolviéndolas a la sartén y dorándolas. Finalmente, se espolvorean y se rebozan de azúcar. Antiguamente en miel caliente, más económica y al alcance popular. En algunas ocasiones, se añade algún orujo o licor.

Procedencia

Su origen fijo se desconoce, seguramente fueron traídas por los mauritanos y árabes musulmanes, pero se sabe de su existencia desde muy antiguo (siglo XI-XII) en las comunidades autónomas españolas cerealistas de Castilla-La Mancha (concretamente en la zona del Campo de Calatrava), y Castilla y León (fundamentalmente en la provincia de Segovia). Su forma es similar a la de la cruz de Calatrava y de Criptana, una cruz de cuatro brazos iguales, con flores de lis en los extremos de los brazos.

Su Geografía de Consumo

Hoy donde más se hacen es en Castilla la Mancha, precisamente.  En la zona de Segovia son muy típicas. En las vegas bajas madrileñas también.

También son frecuentes en el norte e Interior andaluz. En Huelva en Andévalo, especialmente. Y en Extremadura.

En Galicia y noroeste peninsular, partes de León, Zamora y Asturias y en el norte de Portugal se consumen en fiestas y romerías especialmente por Carnaval, ‘entroido’.

A su vez se cocinan en Colombia, donde este dulce se conoce como ‘solterita’ y se sirve con una crema especial característica de la región: la crema de solterita, de un color anaranjado (más típica) o pardo dependiendo de la preparación y en México donde se las llama ‘buñuelos’, por tradición exportada de los colonos inmigrantes castellanos.

Estos dulces son tradicionales pasteles en Irán, donde son llamados ‘nan panjara’, en Turquia, donde son conocidos como ‘demir tatlısı’ (budín de hierro, en referencia a los moldes o ‘kuih ros’), en Bulgaria, Rumanía, Moldavia, Ucrania y hasta en Rusia

Y por supuesto en Oriente Medio.

FLORES DE SARTÉN, POSTRES CON MUCHA HISTORIA

Ana Belén Araújo Rodríguez nos cuenta:

Flores de #entroido, las ancestrales fiestas de carnaval en Galicia y otras zonas del noroeste peninsular

Recuperado un antiguo #molde de flores #fritas…. Dicho molde posiblemente anterior al siglo XVIII, fue encontrado en la zona fronteriza entre Portugal y España, Sur de Galicia. Allí las #flores son similares a las llamadas #Orejas de #Carnaval, o Florones de Carnaval (Endroido)

Las flores fritas: un dulce catalogado como #frutas de #sartén.

Debió de ser Miguel de Cervantes un gran gourmet, o al menos buen conocedor del mundo de los menesteres de ollas de las cocinas, por las numerosas referencias culinarias que hace en sus obras y sobre todo en El Quijote.

Quizás fuese por esta faceta gourmet o simplemente por el hambre (como la de tantos escritores del siglo de oro) lo que hacía que en su dieta literaria al menos se hablase de comida, para callar los hambres a falta de plato caliente que echarse a la boca.

Se suele decir que todo está en El Quijote, pues bien, si buscamos la expresión «frutas de sartén», efectivamente allí aparece, en concreto en el capítulo XX.

Donde se cuentan las bodas de Camacho el rico, con el suceso de Basilio el pobre» dice así:

    «…y dos calderas de aceite mayores que las de un tinte servían de freír cosas de masa, que con dos valientes palas las sacaban fritas y las zambullían en otra caldera de preparada miel que allí junto estaba…todo lo miraba Sancho Panza, y todo lo contemplaba y de todo se aficionaba. Primero le cautivaron y rindieron el deseo las ollas, de quien él tomara de bonísima gana un mediano puchero; luego le aficionaron la voluntad los zaques, y últimamente las FRUTAS DE SARTÉN, si es que se podían llamar sartenes las tan orondas calderas; y así, sin poderlo sufrir ni ser en su mano hacer otra cosa, se llegó a uno de los solícitos cocineros, y con corteses y hambrientas razones le rogó le dejase mojar un mendrugo de pan en una de aquellas ollas…».

¿De dónde viene la denominación de fruta de sartén?

Descubrir el origen de tan poético nombre –frutas de sartén– para describir dulces de #masa de #harina, fritos en abundante #aceite de #oliva y algunas veces endulzados con #miel (melados), sin duda no es tarea fácil, ni exenta de curiosidades.

Como en tantas obras culinarias, la maternidad y paternidad de las recetas se las disputan: andalusíes, sefardíes y órdenes religiosas cristianas, incluso órdenes militares caballerescas como los calatravos (fundada en 1158), incluso los templarios.

La verdad es que de ninguno de ellos podemos afirmar rotundamente que fuesen los inventores, aunque sí sabemos que fueron #consumidores asiduos de tan #ricos y austeros #dulces.

de Ana Belén Araújo Rodríguez.

#abaraujo #GrupoAmbientalyAlimentaria

Mi opinión al respecto

Yo creo, sin ser un especialista, que debieron empezar a hacerse en la Frontera medieval en la línea del Guadiana en el siglo XII zona repoblada por el reino de  Castilla, que se lo encargo a las Ordenas Militares, Calatrava, Alcántara y por los reinos musulmanes de Taifas, Córdoba, Sevilla, Jaén, edificando castillos y fortalezas vigilantes y controladores de rutas comerciales, alrededor de los cuales los nuevos colonos de ambos bandos se establecieron criando ganado, vino y caprino, y plantando principalmente trigo y olivo.

La abundancia de aceite de oliva, además cercanos a Jaén, que no tanto como ahora era un gran productor de olivos, y del trigo cosechados y con pocos alimentos más, sin comunicaciones ni comercio apenas, les inducirían a hacer masas fritas en aceite de oliva. Pan, masas fritas, aceite, algunas hortalizas de huerto y campo, miel, de vez en cuando una oveja vieja y piezas de caza, eran su dieta, tanto de musulmanes como cristianos.

La forma arabesca del molde, en floritura puede ser el origen de llamarlas frutas de sartén. El bañarlos de miel muestra su clara influencia árabe. Se sabe que los árabes ya las hacían en menor medida a partir del siglo IX.

En Galicia y noroeste español no creo fuesen muy populares hasta bien entrado el siglo XIII cuando en repoblaciones de colonos huidos del sur plantaron los primeros olivos, hasta entonces su grasa era el sain, el sebo y el tocino de los cerdos y reses. Hasta entonces si se conocía, que serían muy pocos, el aceite de oliva, seria prohibitivo y se empleaba como un caro néctar o elixir en ritos y unciones religiosas y en recetas medicinales.

Rafael Rincón JM

Artículos Relacionados

Deja un comentario

* Al utilizar este formulario, acepta que este sitio web almacene y maneje sus datos.

Este sitio web utiliza cookies para mejorar su experiencia. Asumiremos que está de acuerdo con esto, pero puede optar por no continuar navegando en nuestra web si así lo desea. Aceptar Leer más